Ibiza y Formentera alcanzaron su pico máximo de contagios el pasado 28 de marzo y, desde entonces, la pandemia de COVID-19 está en fase descendente, si bien es cierto que habrá que acostumbrarse a que no desaparezca de manera definitiva. Es una de las principales conclusiones que extrae Gonzalo Adán, director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), quien señala a Periódico de Ibiza y Formentera que el análisis de los datos de las Pitiusas es «una estimación» ya que, hasta el momento, ha habido muchos «vaivenes; de repente baja un día y al siguiente, repunta». Hasta el día 28, según el análisis que el IBES hace de los datos pitiusos, Ibiza y Formentera se encontraban en una «tendencia ascendente» y, a partir de esa jornada, se entró en «una fase descendente. En Ibiza y Formentera, como hay pocos datos, da la apariencia de que este dato descendente ha tocado suelo porque suele haber uno o cero casos. Llevamos tres días con valores de cero y uno y esto técnicamente es como decir cero ya que en epidemología el cero total no existe». En este sentido, Adán afirma que «tenemos que acostumbrarnos a que aparecerá un caso y éste habrá contagiado seguramente a otras personas, pero no habrá contagios masivos ni descontrolados».
Una semana ‘cero-uno'
En el caso de que no haya repuntes, el director del IBES augura que en las Pitiusas «estamos apuntando hacia el final de la crisis sanitaria, entendiendo como tal la tensión y el miedo a que haya un número de urgencias que colapse el sistema y haga que el trato sea peor que el que se daba antes de esta crisis sanitaria».
Para poder decir que las Pitiusas han superado la fase crítica, por tanto, deben encadenarse varios días con la tendencia ‘cero-uno', en concreto, una semana. «Cuando llevemos una semana con uno o cero casos al día se podrá decir que hemos superado la fase crítica, pero hemos de acostumbrarnos a que esto va a durar ya que es muy difícil que desaparezca por completo», precisa Adán, quien recalcó que, en el caso de fallecidos, las Pitiusas tendrían que estar «dos semanas sin registrar muertes».
El director del IBES destaca, además, que no hay grandes diferencias entre el comportamiento de la pandemia mundial en las Pitiusas con respecto a Mallorca, «lo que sí que es anormal es el comportamiento de Baleares respecto al resto del país ya que vamos muy por debajo del resto del país. Por población nos corresponderían más casos y tenemos muchos menos». Ello hace augurar que «aquí la epidemia se controlará antes; una o dos semanas antes que en el resto del país». A la vista de los datos de Baleares y del resto del país, Adán afirma que en las Islas «el final de la tensión llegará alrededor del 25 de abril; entre el 22 y el 27 de abril», mientras que en el conjunto del país este fin de la tensión llegaría a principios de mayo. Éste es el escenario «más optimista» con el que están trabajando, pero el director del IBES señala que hay modelos «más pesimistas» ya que queda por ver cómo se comportará la pandemia a partir de la semana que viene con el regreso al trabajo de las actividades no esenciales. «No sabemos qué puede pasar a partir del martes en el conjunto del país; en Baleares seguimos trabajando con la hipótesis más optimista», concluyó Adán.
El resumen
Por otra parte, cabe destacar que el servicio de Epidemiología del Govern ha publicado esta semana un informe sobre la evolución de la pandemia en Baleares. En este informe se revela una mayor afectación en las mujeres (732) en toda Baleares que en los hombres (690). El pico máximo de contagios en las Islas se alcanzó el pasado 19 de marzo con 90 casos en 24 horas. Este informe pone de manifiesto, además, que el grupo de edad más afectado por la COVID-19 en Baleares tiene entre 40 y 59 años. Además, entre los fallecidos, el 82,02 % tenía más de 70 años. La sección del informe que hace referencia a los casos por ámbito de tratamiento evidencia que el 44 % de los contagiados se encuentran en su domicilio, frente al 42 % que está hospitalizado en plantas de los diferentes hospitales de Baleares. Un 9 % está ingresado en las UCI, mientras que hay un 5 % no contabilizado.