La buena dinámica de la semana sufrió el sábado un duro revés en forma de 11 nuevos casos positivos, nueve de ellos, internos de la residencia Reina Sofía de Ibiza. «Cuando encontramos un positivo hacemos un cribaje y es ahí donde hemos podido localizar nueve casos positivos que son leves», apuntó ayer en rueda de prensa Javier Arranz, jefe del comité de enfermedades infecciosas del Govern.
«Los positivos son 10 usuarios que se encuentran en estado leve», apuntó Arranz, quien añadió que la mayoría de los afectados han ingresado en el hospital de Can Misses, en la unidad de estancia media Ca Na Majora destinada para residencias, y un paciente en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.
La irrupción de estos nuevos positivos ha provocado que la cifra de casos activos remonte hasta los 93 afectados, después de cuatro días de contención en los que solo se había registrado un único nuevo caso positivo en las Pitiusas.
Los datos cerrados el sábado elevan a 142 el total de casos acumulados en Ibiza y Formentera desde el inicio de la pandemia.
Hospitalizados
La cifra total de hospitalizados se sitúa en 58 personas -48 en Can Misses y los diez restantes en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario-. Del total de hospitalizados, 13 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (diez en Can Misses y tres en la Policlínica).
Paralelamente, la cifra de profesionales de la sanidad que han dado positivo se mantiene en tres, lo que supone un 3,2 por ciento de la cifra total de casos activos. También hay diez profesionales que se mantienen en vigilancia.
Durante la jornada del sábado también destaca una nueva alta en el hotel medicalizado. Con ésta, ya son 40 las altas registradas. Según informaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, un 28% de los casos positivos ya han recibido el alta.
Al cierre del sábado -último día cotejado-, la cifra de fallecidos por COVID-19 en las Pitiusas se mantenía en las nueves personas. El último fue un hombre de 88 años, interno de la residencia Can Blai, que falleció en el hospital Can Misses de Ibiza tras arrastrar, además, otras patologías y llevar unos días ingresado en la unidad de media estancia Ca Na Majora, en el antiguo Can Misses.
Durante su comparecencia para dar cuenta de la evolución de la crisis del coronavirus, Javier Arranz trazó una línea divisoria entre los denominados «pequeños estallidos» y los casos en residencias de mayores. «Los rebrotes hacen referencia a la comunidad. Las residencias son un concepto diferente, aparte, porque son una población de gran riesgo», advirtió el experto.
Pruebas
Respecto a la toma de medidas especiales en estos centros, Arranz relató que las acciones van encaminadas a detectar los posibles casos lo más pronto posible. El experto que hasta la fecha ya se han hecho 700 pruebas en residencias de Ibiza, entre usuarios y trabajadores. En concreto , Herranz precisó que se hicieron las pruebas a 131 usuarios de la residencia Reina Sofía y a 71 trabajadores. También se han hecho pruebas a 93 residentes y 100 empleados de Can Blai y en Cas Serres, la prueba se le ha realizado a 123 usuarios y 120 trabajadores.
Arranz añadió que se seguirá poniendo especial atención en la situación de las residencias y que en el supuesto que detectasen un nuevo caso, se valoraría la activación de un plan de acción específico.