En la última orden ministerial relativa al transporte aéreo publicada el domingo, la 400/2020, el Ministerio de Fomento volvió a incluir un enigmático artículo, tal como viene haciendo desde que decretó el estado de alarma: «Los operadores garantizarán, mediante el procedimiento que consideren más adecuado, el cumplimiento del artículo 14.2.g) del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. A estos efectos, se considerará suficiente ofrecer al público solo el 50% de la capacidad total de cada aeronave para asegurar la debida separación entre pasajeros».
El artículo 14.2 g indica que «en aquellos servicios en los que el billete otorga una plaza sentada o camarote, los operadores de transporte tomarán las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros».
La ambigüedad de la redacción está generando diferentes interpretaciones. Desde que la Guardia Civil de Ibiza interponga denuncias a las compañías aéreas ante Aviación Civil por exceso de aforo, hasta que la propia Air Europa no se dé por aludida y defienda que no existe ninguna restricción al aforo de las cabinas.
Por eso, el pasado viernes, el vuelo entre Ibiza y Palma voló prácticamente lleno, con solo cuatro asientos libres, y el de ayer, entre Palma e Ibiza, otro tanto. A lo largo del fin de semana había sido imposible comprar un billete porque el aforo estaba completo. La comercialización de billetes de barco desde ayer mismo liberó algunas plazas. Aun así, el avión volaba casi lleno.
El Ministerio de Fomento se vio obligado a realizar una adjudicación exprés ante el desinterés de las compañías en ofrecer el enlace entre islas durante el estado de alarma. Air Europa recibe 10.480 euros de Fomento por los cuatro trayectos de cada día de servicio, independientemente del número de pasajeros que suban al avión ese día. Como es lógico, a más pasajeros a 60 euros por trayecto, mejor.
Un portavoz de Air Europa defendió en conversación con Periódico de Ibiza y Formentera que «cumplimos o superamos todos los protocolos y normativas y estamos trabajando para reforzar la seguridad de nuestros empleados y clientes».
Recordó que desde el lunes de la semana pasada «todos los pasajeros deben ir con su propia mascarilla» y aprovechó para insistir en que «el avión es el transporte colectivo de pasajeros más seguro, también en estos momentos difíciles».
La ambigüedad y laxitud del texto normativo y el hecho de que no haya sido modificado ni por Aviación Civil ni por el Ministerio de Fomento desde el inicio del estado de alarma sorprenden, máxime cuando en la misma orden ministerial se establecen medidas muy concretas para los viajes en autobús.
Así, el mismo BOE indica en el artículo 2 que en los viajes en autobús «el operador limitará la ocupación total de plazas de manera que los pasajeros tengan un asiento vacío contiguo que los separe de cualquier otro pasajero. Como única excepción a esta norma el operador podrá ubicar en asientos contiguos a personas que viajen juntas y convivan en el mismo domicilio, pudiendo resultar en este caso una ocupación superior. En todo caso, en los autobuses se mantendrá siempre vacía la fila posterior a la butaca ocupada por el conductor».
Una contradicción más del Gobierno.