Sant Josep aprobó ayer en un pleno extraordinario un plan de reactivación económica con el objetivo de paliar los efectos de la crisis del coronavirus. Se trata de un conjunto de medidas con las cuales se ayudará a la economía local. El plan contó con prácticamente el apoyo de todos los grupos municipales. Este plan regula el aplazamiento de los pagos al Consistorio para compensar el impacto de la crisis del coronavirus. Además, establece que no se tendrá que pagar por los servicios no prestados, así como que los establecimientos que no abran este año quedarán excluidos del padrón y que el canon de playas se ajustará según la actividad real que lleven a cabo. Además, terrazas y paraditas de mercados tampoco pagarán tasas. En bienestar social prevén poner en marcha un proyecto temporal de apoyo técnico y económico a los servicios sociales comunitarios básicos con ayudas económicas individuales para la cobertura de necesidades básicas, así como la puesta en marcha de un albergue municipal de emergencia en Can Guerxo. Para este plan, que incluye otras medidas, destinarán 462.533,95 euros provenientes de la modificación de crédito presupuestario a cuenta del superávit del año pasado.
En el ámbito de vivienda, Sant Josep destinará 200.000 euros a ayudas del alquiler, que también se conseguirán de una modificación de crédito presupuestario a cuenta del superávit del año pasado. En materia de vivienda, la inclusión dentro de las ayudas al alquiler orientadas a los jóvenes de un apartado específico para dar apoyo a aquellos estudiantes que hayan perdido la vivienda en la localidad donde desarrollaban su formación por causa del estado de alarma. También impulsarán un plan de apoyo al pequeño comercio del pueblo, «que es un elemento fundamental para la dinamización de la economía local durante todo el año», precisaron desde Sant Josep.