El pasado viernes, 17 de julio, a las 21:35h empezaban a sonar los primeros acordes del que sería el primer concierto de esta temporada tan extraña. A estas alturas del verano, una sala como Las Dalias nos tiene acostumbrados a estar en plena vorágine de conciertos y fiestas a diario con centenares y centenares de personas bailando y disfrutando de cada rincón de este mítico local. Para este concierto también se llenó el aforo, un aforo de 200 personas. Los 200 asistentes sentados en sus respectivas mesas previamente desinfectadas y separadas entre si incluso más de lo recomendado, habían ido entrando escalonadamente con sus mascarillas y bañanado sus manos en gel hidroalcohólico, iban pidiendo su cena. Alvaro Babylonia pinchaba su selección musical mientras el cuarteto se preparaba.
Esto de la nueva normalidad también ha amordazado el concepto de concierto tal y como entendíamos. Y es que ante la música de Ryser, con Carlos Gallego a la batería, Fabio Capelli al saxo, Riky Rodriguez a la guitarra, capitaneados por Yeshe Ruiz que se encarga de los teclados, lo normal es ver a un buen grupo de seguidores bailando y coreando sus temas. En esta ocasión las normas establecidas solo permitieron disfrutar del concierto ‘a la vieja usanza' a una pequeña, que no desperdició sus privilegios para darlo todo mientras los mayores mirábamos con cierta envidia.
Sueños de libertad
Este concierto lleva también la marca de Sueños de Libertad (SDL), el festival ibicenco que nos trajo momentos gloriosos y que este año el virus también se ha llevado por delante. Su responsable, Adrián Rodriguez, nos adelanta que esta colaboración de SDL con Las Dalias va a tener continuidad mientras cada viernes con otros grupos locales como Funkalé, o Pez Mago, aunque no descarta alguna sorpresa que se resiste a desvelar, ya que esta situación ya le ha obligado a suspender la mayoría de compromisos que tenía con bandas nacionales e internacionales. Sobre esta colaboración con Las Dalias afirma que quiere que «Sueños De Libertad no sea solo un fin de semana, que se alargue durante todo el año. Invierno incluído». También lamenta que la cultura sea una sector olvidado dentro de esta crisis, ya que que de él depende un gran número de profesionales. Y con cultura, matiza, no se refiere solo a la promoción de conciertos, sino a todas las ramas del mismo: exposiciones, teatro, conferencias y todo tipo de eventos.