Los vuelos desde Barcelona siguen llegando sin parar a la isla. A pesar de la petición de la Generalitat catalana para que se queden en casa, los pasajeros quieren pasar sus vacaciones en Ibiza. Ayer llegaron varios vuelos por la mañana (07.50, 08.00, 09.50 y 11.50 horas) y uno por la tarde (18.55 horas), según la información de Aena.
«Nosotras cogimos el viaje hace tres semanas, cuando dijeron que se podía viajar. Hemos estado todo este tiempo sin tener contactos para que no nos cancelasen el viaje», explicó Marta Clapés, quien viajó con un par de amigas.
Motivos del viaje
En algunos municipios de los alrededores de la ciudad de Barcelona no se han detectado casos de coronavirus, por ello, algunos visitantes decidieron venir, ya que «en ningún momento nos dijeron que no nos podíamos ir» y porque ya «teníamos el vuelo desde hace tiempo y llevamos todo el año trabajando».
Muchos de los pasajeros decidieron venir porque ya tenían los vuelos comprados y si no, no les reembolsaban el dinero. Aparte de esto, también «viajamos con precauciones y creemos que está bien viajar con la familia y dejar un poco al lado todo lo del coronavirus», indicó Daniela Zafra.
Entre los motivos para hacer el viaje y lo que iban a hacer durante las vacaciones, se encontraban «una reunión de amigos que vamos a hacer en una casa en la montaña», «hemos venido para pasar unos días después del confinamiento y para ir en barco», «vamos a sacarnos el curso de submarinismo», irse a Formentera, estar con la familia e ir a la playa para descansar, entre otros planes.
Algunos se quedan tres, cuatro o cinco días para hacer el viaje más corto por la petición del confinamiento. Otros, se quedan en la isla hasta dentro de una semana.
A partir del lunes pasado, el uso de las mascarillas es obligatorio en las Baleares, y, desde ayer, las autoridades empezaron a multar a la gente que no cumple con la normativa. En el caso del aeropuerto, «deberían controlar más las llegadas de los vuelos. Me ha sorprendido que no nos hayan medido la temperatura».
Además, tanto niños como adultos, se quejan de que no hay una distancia de seguridad suficiente en los aviones, ya que van llenos al cien por cien.
Los más pequeños de la casa comentaron que habían visto el avión bastante lleno «para lo que es después del coronavirus». «Nos hemos indignado un montón, pensábamos que habría más distancia social y no la había dentro del vuelo», declararon la pareja Marta Sanabia y Esteban Hernández.
En conclusión, mucha gente ha estado confinada en sus casas, no han visto a sus seres queridos y quieren salir de vacaciones, lo que hace que deseen viajar aún más. «La recomendación es lo que tiene, que al final es eso mismo, una recomendación», concluyeron los viajeros.