La temporada estival ha llegado a su fin para una gran parte de la planta hotelera en la isla de Ibiza.
Tras una temporada de difícil y tardío comienzo, el empeoramiento de las cifras de la pandemia en casi todas las Baleares han provocado que la temporada alta acabe antes que nunca, sobre todo para los principales touroperadores que trabajaban en la isla, como TUI y JET2, que el jueves anunció su cancelación definitiva de todos los paquetes vacacionales a Baleares para esta temporada.
De hecho, este último fin de semana de agosto es la cima de la montaña para muchos hoteles que, a la vista de las restricciones que se incrementan diariamente y la baja ocupación en unas fechas que deberían de ser muy buenas, han decidido colgar el cartel de ‘Nos vemos en la temporada 2021'.
Datos
Según datos de la FEHIF, en el mes de agosto, la planta hotelera ya operaba «con un 40-50% de su capacidad total», lo que significa que menos de la mitad de los hoteles de la isla habían abierto o mantenían su actividad. Ahora, la patronal hotelera estima que «menos de la mitad de los hoteles que siguen abiertos, superarán la primera semana de septiembre».
Su estimación se corresponde totalmente con los planes de las principales cadenas hoteleras de la isla, que han visto cómo su plan inicial de compensar el mes de junio con el de septiembre se ha venido abajo en cuestión de semanas. Y es que no hay datos en el horizonte que hagan creer que en dos semanas seguirá habiendo turismo.
Manuel Sendino, gerente de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera, destacó que ha sido un verano «pésimo» y que, llegado septiembre, muchos de los hoteles se verán abocados al cierre. «La realidad ha sido muy complicada: ocupaciones bajas y cuesta abajo», explicó, y reconoció que «no confía en el mes de septiembre».
Las restricciones impuestas por Gran Bretaña, Alemania e Italia han afectado de forma abrumadora a las reservas, que van disminuyendo día tras día. A estos tres países parecen sumarse Holanda y Bélgica, dibujando un panorama muy curdo para el turismo.
Según Juanjo Riera, el vicepresidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, la temporada ha sido muy «floja». Tal y como afirmó, en Ibiza, la ocupación de agosto ha sido «tan baja como se esperaba», tanto en hoteles como apartamentos vacacionales.
A la vista de la situación, Alejandro Sancho, presidente de Fomento de Turismo, explicó que muchos establecimientos «ya se encuentran con la mirada ya fija en la temporada turística del año que viene», dado que la de este año está «cerrada», parcialmente a causa de la alta incidencia de la pandemia, que no ha beneficiado esa imagen de ‘corredor seguro' que se pretendía promover a principios de verano.
Establecimientos
Los hoteles de la isla coinciden: agosto significa cierre. La cadena Invisa Hoteles afirmó que cerrará este fin de semana toda su planta hotelera. «No tenemos datos de ocupación de este agosto, pero no han sido muy altos», reconoció Alejandro Sancho, también director de ventas de Invisa. Este grupo todavía conserva un hotel en la zona de Santa Eulària, Cala Verde, y otro en la zona de Sant Antoni. Sin embargo, prefirió no abrir otros de sus establecimientos, como Cala Blanca y el Hotel La Cala o el Ereso. «La temporada podría haber sido regular, en lugar de muy mala si no hubiera empezado la cuarentena británica. A partir de ahí se torció todo porque fue un golpe durísimo para uno de los principales mercados de la isla», explicó.
En este sentido, la cadena hotelera OD Hoteles, mantiene abiertos OD Talamanca, OD Can Jaume y Ryans Marina y Ryans Ibiza y tienen pensado «abrir Ryans hasta la mitad de septiembre», aunque condicionan sus futuras decisiones a la evolución del turismo y de la pandemia.
Por su parte, Ibiza Gran Hotel también tiene previsto cerrar al público el día 6 de septiembre, adelantándose al plan inicial. «Las restricciones nos han afectado mucho», reflexionó Javier García, director de marketing. «Las cancelaciones han sido un goteo constante y creemos que lo adecuado es centrarse en la temporada 2021», apuntó. También se atrevió a aventurar que el turismo que habrá en septiembre será de «familias y nacional. Nada más».
En la misma línea que los anteriores, el grupo ibicenco Sirenis Hotels & Resorts inició la temporada con casi todos (cinco de sus seis) los establecimientos abiertos. Sin embargo, sus resultados fueron muy desiguales, dado que muchos trabajaban con mercados británicos, por lo que tuvieron que cerrar los que estaban situados en Port des Torrent. Ahora, solo conserva abierto el Twiins, que cerrará este domingo. «La temporada ha sido difícil, a pesar de que hubo unas semanas en julio que parecía que remontábamos… En el momento en el que Alemania siguió a Reino Unido, nosotros nos vimos sentenciados», reflexionó Pedro Matutes Barceló.
Por su parte, el Hotel Bless, perteneciente al grupo Palladium, tenía previsto cerrar más adelante, aunque también han anticipado su cierre al 31 de agosto.
Más restricciones
En este sentido, al ahogo irrevocable del sector hotelero se le suma el del sector hostelero. El decreto registrado ayer en el BOIB mediante el que se prohiben las reuniones de más 10 personas, la prohibición de fumar y la limitación de aforo tanto en exterior y en exterior de un 75 % en bares y restaurantes se añaden a la restricción horaria de la 1 de la madrugada para restauración y ocio, lo que supone un mazazo para un sector como el de la hostelería, muy dependiente del turismo, que se ha sentido totalmente maltratado desde el inicio d ella pandemia. Y es que, con unas restricciones tan notorias, es muy difíciles que, dos sectores que caminan de la mano, puedan salir adelante, por lo menos hasta el año que viene.