En Sant Josep muchas cosas se hicieron en su momento al revés. Una de ellas, no poco importante, es la instalación de la red de saneamiento en algunas zonas urbanas del municipio que, con los parámetros actuales, ni deberían ser urbanas. En estas zonas lo lógico hubiera sido diseñar la red de saneamiento, que fuera recepcionada por el Ayuntamiento y, después, empezar a construir. Pero en Sant Josep las cosas no se hacían así. Cala Vedella es un ejemplo de esto. Se construyó deprisa, se hizo una red de saneamiento deficiente y se construyó una depuradora con capacidad insuficiente. De esos polvos estos lodos.
Ahora la Agencia Balear del Agua (Abaqua), instada por el Ayuntamiento de Sant Josep, estudia dos alternativas que podrían dar solución al problema de saneamiento de cala Vedella: construir una nueva depuradora dimensionada a la zona que utilizaría la antigua como estación de bombeo o conectar la red de saneamiento a la depuradora de cala Tarida, actualmente infrautilizada.
La preferencia
Según explicó el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, la segunda opción sería la preferida por el Consistorio, aunque todavía es necesario que Abaqua la estudie en profundidad. Entre los problemas de esta opción estaría la orografía de la zona, bastante abrupta. ¿Ventajas? La obra sería más rápida y más económica, además se podría dar servicio a otras zonas urbanas intermedias, como caló d'en Real y toda la zona urbana de cala Molí, ambas con problemas similares en la red de saneamiento.
Según explicó una fuente del Ayuntamiento, la conexión con la depuradora de cala Tarida sería también la más valorada por Abaqua. Si bien el Ayuntamiento ya le había ofrecido terrenos a Abaqua para construir una nueva depuradora en cala Vedella, en la última reunión, hace unos meses, salió a relucir esta segunda opción. La depuradora de cala Tarida está actualmente infrautilizada, trabaja a un 20% de su capacidad, por lo que en concepto de eficiencia y economía de medios resultaría preferible llevar el agua residual de cala Vedella a esta depuradora.
El aspecto de la orografía no sería insalvable según los técnicos de Abaqua. Por otra parte las tuberías pasarían por terrenos municipales, por lo que no sería necesario pedir permisos a Demarcación de Costas ni a otras administraciones.
La conexión de la red a una depuradora ya existente evitaría uno de los trámites más complejos de construir una nueva Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR): la solicitud de permisos y diseño del proyecto de un emisario. Un trámite que suele prolongar años el inicio de las obras de este tipo de infraestructuras.
Por poner un ejemplo de esto, el proyecto de la depuradora de cala Tarida se inició en 2005, las obras se iniciaron en 2007 pero tuvieron que detenerse al año siguiente por complicaciones con los permisos para el emisario. Finalmente la infraestructura no se puso en marcha hasta 2017.
Por tanto, si bien la alternativa de conectar el saneamiento de cala Vedella con la EDAR de cala Tarida está «en pañales», sería la opción que va por delante para evitar estos posibles retrasos, por rapidez de los trabajos y por viabilidad.
El problema más grande del proyecto sería la cota que tiene que alcanzar el agua, que en su punto más alto es de 80 metros. Sin embargo, considerando que a la depuradora de Vila estará en una cota de 110 metros, el obstáculo no parece ser insalvable. Técnicamente sería más sencillo que construir una nueva depuradora.
Otro de los escollos será la reconversión de la actual depuradora en una estación de bombeo. Un procedimiento que debería pasar por la Dirección General de Recursos Hídricos. Pero si se decidiera iniciar el proyecto este sería sencillamente un proceso administrativo interno que implicaría cumplir con ciertos requisitos pero no bloquearía su puesta en marcha.
Entre septiembre u octubre Abaqua se comprometió a tener listo el estudio de ambas opciones para dar a conocer cuál es la alternativa al Ayuntamiento de Sant Josep. De ser viable la conexión Abaqua podría tener listo el proyecto el año que viene, algo que para el Ayuntamiento sería una «gran noticia» que pondría horizonte a un problema que dura décadas.