El secretario general de Unidas Podemos en Vila y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, Aitor Morrás, reclamó ayer al Consistorio que tenga una «sensibilidad especial» a la hora de resolver el expediente sancionador contra un ciudadano que repartió desde un almacén alimentos de primera necesidad de forma altruista desde el inicio de la pandemia y que ha sido multado por la Policía Local con 1.500 euros por carecer de licencia de actividad.
El denunciado, que se llama Cristóbal, confirmó ayer que ya ha recibido la propuesta de sanción del Ayuntamiento y anunció que recurrirá la multa. «Hemos contactado con dos abogados y estamos preparando el recurso contra esta decisión injusta», explica. «Nos pidieron extintores y un seguro, y ya lo tenemos. Ahora nos falta el proyecto de actividad para poder seguir repartiendo ayuda, pero en estos momentos tan difíciles la burocracia está muy complicada», añade Cristóbal, que encabeza un grupo en Facebook para personas sin techo de Ibiza denominado «La voz de los que nadie quiere escuchar».
«Mayor delicadeza»
El líder de Podemos en Vila considera que «si ha habido sanción, habrá sido por algún motivo, pero se puede recurrir. Si es una decisión técnica o de los servios jurídicos, no hay nada que decir. Todos tenemos que cumplir la ley por igual, pero hay que tener en cuenta que esta situación se produjo en plena pandemia, en un escenario crítico, y aquí las administraciones deberían tener una mayor delicadeza en estos casos», expresa Morrás, cuyo deseo es que el Ayuntamiento sea «especialmente sensible a la hora de analizar la situación y las alegaciones de este señor, que no olvidemos que se solo se dedicaba a repartir alimentos en un local de Vila». «Creo que tendrán en cuenta las circunstancias porque las instituciones están hechas de personas que son sensibles y que se pueden equivocar, como todos, pero no se puede estar aislado de la sociedad en una burbuja», agrega el líder de Podemos, algunos de cuyos dirigentes colaboraron desde el inicio de la pandemia en el abastecimiento de alimentos a este almacén.
En estos momentos, a la espera de que se resuelva el proceso administrativo, Cristóbal trata de seguir ayudando a los más desfavorecidos en un local de la calle Archiduque Luis Salvador que alquila desde hace cuatro meses y que se ha convertido estos días «en un punto de encuentro de los más necesitados, que vienen aquí a pedir ayuda y nosotros les enviamos a las instituciones o a Cáritas y Cruz Roja».
Caja de resistencia
«La gente nos sigue trayendo alimentos, coches llenos, y lo vamos almacenando. Son productos no perecederos. Y además nos aportan contribuciones a la caja de resistencia para poder pagar el alquiler del local: 500 euros», precisa Cristóbal, que asegura que «un señor inglés se ha ofrecido a pagar la multa, pero creemos que si la pagamos estaremos dándole la razón al Ayuntamiento, y consideramos que fue una multa injusta».
Según sus datos, casi 6.000 personas de Ibiza han recibido alimentos gratuitamente desde que se inició la pandemia gracias a su iniciativa.