Algunas de las personas que ayer se acercaron a Sant Jordi para disfutar de su tradicional mercadillo se encontraron con que estaba cerrado. Lo estuvo ayer y lo estará la próxima semana. Se trata de una iniciativa tomada por los organizadores para poder garantizar las medidas de seguridad de esta época marcada por la pandemia de la COVID-19.
Todo esto viene tras los incidentes que se produjeron la semana pasada cuando la Policía Local de Sant Josep tuvo que intervenir en algunos de los puestos del mercadillo y también apercibir y sancionar a algunas de las personas que se daban cita en el recinto. Entre las infracciones que se dieron dicho día está la de no respetar la distancia de seguridad, el no uso de las mascarillas, fumar en espacios públicos e incluso la venta de imitaciones.