«Los bares somos la cabeza de turco de todo este embrollo mientras sigue sin estar claro el porqué de ciertas medidas». Guillem Brull, portavoz de los comerciantes de la Plaza del Parque, expresó ayer con resignación el sentir general de los empresarios de esta plaza ante la nueva situación a la que se enfrentan a partir de esta noche, cuando tendrán que cerrar a las 22 horas debido al confinamiento general decretado en todo el municipio de Ibiza.
Hasta hace unos días, tanto esta zona como el Paseo de Vara de Rey, donde se concentra una veintena de restaurantes y bares de copas, quedaron excluidas de las restricciones de movilidad impuestas en l'Eixample, pero ahora se avecinan recortes de personal y cierres.
La queja es unánime: «Nos han quitado las dos o tres horas de facturación que eran las buenas, justo a partir de las diez de la noche», expresan los afectados, que se verán obligados a partir de hoy a volver a rebajar el aforo de las terrazas hasta el 50 por ciento y reducir el número de mesas y sillas, entre otras limitaciones.
«No entendemos cómo se restringe la movilidad de esta manera, y lo que ocurrirá será que le gente se irá a cenar fuera de Ibiza, a Santa Eulària, a Jesús o a Sant Jordi, por ejemplo”», expresa el portavoz de la Plaza del Parque, que considera que «las medidas que se han adoptado no están dando los resultados ni el efecto deseado, y por eso se ha ampliado a todo el municipio, pero la gente se sigue moviendo y el aeropuerto sigue abierto», unas circunstancias que están llevando a la hostelería del centro de Ibiza al borde de la quiebra.
Según Guillem Brull, “nos estamos viendo muy perjudicados porque estamos teniendo un confinamiento más restrictivo que en Madrid, y además los constantes cambios de normas, de momento, no han servido para nada, como demuestran los datos». «Si el contagio es tan grande -añade-, que se haga un confinamiento real y total de la isla para que, al menos, todo esto sirva de algo, pero cerrar solo l'Eixample y ahora el municipio no sé si dará los resultados que esperan porque estas restricciones son como parches que se van poniendo, pero tampoco se quitan, y si seguimos así habrá muchos cierres en los próximos días».
Marco, encargado en el restaurante La Margarita, en Vara de Rey, coincide en que el cierre a las 22 horas será catastrófico para los negocios de esta zona y los pocos que quedan aún abiertos en los alrededores del puerto. “Se debería dejar una hora o una hora y media más para que pudiéramos hacer dos turnos de cenas, pero ahora nos afectará mucho a la caja y también a los empleados”.
Para Claudio, del restaurante Ebusus CBBC, “habrá que ver la incidencia sobre la marcha y cómo nos afecta este horario”, y critica “la negligencia con que se han tomado algunas decisiones por parte del Gobierno central: no estamos de acuerdo. El horario, las distancias, el aforo… Todo esto provocará que haya muchos menos ingresos. Ahora no hay casi ingresos, pero hay que seguir pagando facturas e impuestos, y se avecina una crisis muy grave porque el peor virus es el económico”, lamenta.
Verónica Juan: «Es mejor tomar medidas ahora y no más tarde»
La presidenta del sector de Restauración de la patronal Pimeef, Verónica Juan, afirmó ayer que las cifras que ofrece Sanidad son muy preocupantes y que «es mejor tomar medidas ahora y no cuando sea demasiado tarde: se había relajado todo el mundo y ahora tenemos que aplicar el sentido común. Tenemos que poner todos de nuestra parte».