La presidenta Francina Armengol reconoció ayer en Ibiza que la situación de la ciudad de Vila es «compleja» y que la incidencia acumulada sigue siendo elevada. En este punto cabe reseñar que el doctor Javier Arranz, portavoz del comité de enfermedades infecciosas en Baleares, destacó ayer que la ciudad de Ibiza sigue con la incidencia de casos por habitante más alta de Baleares. Así, la zona de es Viver presenta 634 casos por cada 100.000 habitantes, el Eixample 547 y la zona básica de Vila (correspondiente al centro de salud con el mismo nombre) un total de 270.
Optimismo y confianza
Sobre la evolución de la pandemia en la ciudad de Ibiza, la presidenta Armengol se mostró optimista al afirmar que confía en la responsabilidad y conciencia ciudadana en las próximas dos semanas para frenar la escalada de contagios. De hecho, se van reduciendo, pero más lentamente que en el resto de zonas donde se estaban aplicando medidas, como Sant Antoni u otros barrios de Palma. Así, por el momento, no contempla ampliar las limitaciones de horarios y aforos que empezaron anoche en Vila a todos los municipios en el caso de que en 10 días no haya mejorado la situación de la ciudad de Ibiza. «La situación es compleja; intento no pensar cosas negativas. Confiamos en que las medidas funcionarán y en que la población las cumplirá. No tengo por qué pensar que pasará otra cosa diferente a otros sitios donde ya se han aplicado las medidas. Cada día, el equipo técnico evalúa todas las cifras y las decisiones se toman con equilibrio para proteger a la población en base a una evaluación constante. Es importante que en estos 15 días nos quedemos en casa para tumbar la curva y si lo hacemos tendremos una situación en Vila bastante mejor», expresó la presidenta del Govern, quien añadió que el ciudadano que no cumpla «perjudica al resto de sus vecinos».
Armengol reconoció que el confinamiento de la zona del Eixample no dio los resultados esperados en comparación con otras zonas donde sí habían aplicado, pero que pese a ello se va reduciendo la incidencia aunque sea a un ritmo más lento. En este sentido, admitió que las medidas anteriores no disminuyeron la presencia del virus, que se extendió por otros puntos de la ciudad. Así, explicó que Vila es una ciudad con «mucha densidad de población y movilidad y comenzaban a haber altos puntos de incidencia» fuera de la zona perimetrada del Eixample que se confinó hace 15 días. «Entendemos que intervenir en toda la ciudad con las medidas de restricción de encuentros sociales y horarios dará sus frutos», precisó y apeló, de nuevo, a la responsabilidad ciudadana y expresó su confianza en que los vecinos limitarán sus contactos sociales y desplazamientos en estas dos próximas semanas.