Los servicios mínimos del sector del taxi están dando de qué hablar. Son varios los taxistas que aseguran que han recibido críticas de los usuarios que han tenido que esperar mucho tiempo por la falta de vehículos. La situación actual en el municipio es que se trabaja con un 20% de la flota como servicios mínimos, lo que en la práctica se traduce en que cada día en Vila hay 29 taxis disponibles, aunque si bien es cierto que el carácter autónomo del sector hace que puedan ser menos si alguno no puede o decide no trabajar.
Para Joan Marí, vicepresidente de la Asociación de Taxistas Profesionales de Vila, el problema no está en que 29 taxis sean pocos, sino en la organización. «El Ayuntamiento no sabe cuántos taxis hay en la calle. Se nos ha puesto una jornada de 24 horas porque cada flota de 29 taxis tiene un día asignado. Es un poco absurdo porque nadie va hacer 24 horas de trabajo y por tanto se puede dar el caso de que a ciertas horas sí que haya pocos taxis funcionando», explicó.
Marí cree que la mejor opción sería un sistema similar al que se está llevando a cabo en Palma. «Si siguiésemos con las flotas de 29 taxis, pero en vez de tener una jornada de 24 horas durante un día, tuviésemos dos días una jornada de 12 horas, garantizaríamos que siempre hubiese taxis en las calles. Otra cosa que la gente no está teniendo en cuenta es que estamos trabajando como servicios mínimos y eso nos obliga a estar ahí porque somos un servicio público», señaló.
En su discurso Marí, se mostró de acuerdo con la reducción de la flota ya que «estamos en una situación excepcional y hay poco trabajo». «Antes de que se aplicase esta reducción te podías tirar tres horas en la parada esperando para luego llevarte 50 euros a casa», añadió.
Por último insistió en la falta de organización y confesó que le habían pedido al Ayuntamiento, aunque de manera informal, que valore la posibilidad de hacer los dos turnos de 12 horas.
«No faltan taxis»
Por su parte, Alejandro Cardell, máximo representante de la Asociación de Taxistas Autónomos de Ibiza, negó ayer que existiera tal problema. «Aquí hay unos intereses particulares, no hay ningún problema y no faltan taxis», aseguró. Cardell defendió que las evidencias están ahí: «En algún momento puntual de pudo haber dado un caso, pero no es algo generalizado. No están faltando taxis y cada día hay menos trabajo, algo que corrobora que no estamos desencaminados».
Cardell señaló que «evidentemente» hay diferentes formas de hacer las cosas y que en Vila se ha optado por la actual, ya que tanto ellos como el Ayuntamiento consideran que era la mejor alternativa para una época que «es difícil y excepcional».