La situación parece estable en Baleares en general, pero no se puede lanzar un mensaje de control de la pandemia porque todo puede cambiar de un día para otro. Éste es el principal mensaje que transmitieron ayer la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, y el portavoz del comité de Enfermedades Infecciosas de Baleares, el doctor Javier Arranz. «No podemos bajar la guardia, no podemos relajarnos; debemos mantener las medidas, que están funcionando porque los contagios se están conteniendo y moderando», si bien, por el momento, no bajan todo lo que se esperaba, según reconocieron Arranz y Gómez.
Momento crítico
La consellera de Salud reconoció que Baleares está en un momento «crítico porque de lo que pase en las próximas semanas veremos si tenemos más contagios de la pandemia o si llegamos a una mayor transmisión». Por ello, la Conselleria de Salud prorroga durante 15 días más las medidas de control de la pandemia, que incluyen reuniones de seis personas a excepción de los convivientes o la prohibición de consumir en la barra de bares y restaurantes. En el caso de la isla de Ibiza y el núcleo urbano de Manacor prevalecen las medidas más restrictivas para mitigar la expansión del virus, según aclaró ayer la consellera Gómez. Unas medidas que fueron aprobadas por un decreto de Presidencia el pasado 30 de octubre y que establecen la eliminación de la zona interior de bares y restaurantes, así como el toque de queda de 22.00 a 06.00 horas, entre otras cuestiones, hasta el próximo viernes día 13 de noviembre. La semana que viene, según aclararon desde Salud, se evaluará si se extiende otros 15 días el toque de queda de 22.00 horas a 06.00 horas, aunque todo parece indicar que se alargará otras dos semanas a la vista de la estabilización, que no bajada, de contagios. En este sentido, la tasa de incidencia en Ibiza ha pasado en una semana de 242,2 casos por cada 100.000 habitantes a 332,6 casos y ha registrado 492 nuevos casos en los últimos 14 días.
Arranz y Gómez defendieron que las medidas que están tomando están funcionado a la vista de la «estabilización» de los contagios. En el caso concreto de Ibiza, «la situación es peor a la del resto de islas». En Mallorca, la situación es «estable» y Menorca y Formentera «están en una buena situación».
En el caso concreto de Ibiza, la consellera Gómez afirmó que hay más cumplimiento de las medidas por parte de la población: «En general, las personas son más conscientes; tenemos más información, aunque siempre hay alguien que no cumple», expresó Gómez, quien definió la situación de Ibiza como de «equilibrio inestable», pues siguen siendo valores elevados en comparación con el resto de islas, pero hay una tendencia a la estabilización, aunque la situación puede cambiar en cualquier momento. Gómez no cerró la puerta a un endurecimiento de las medidas en la isla de Ibiza si las cifras de la semana que viene no son las esperadas: «Evaluamos cada día los números; se podrían tomar medidas más restrictivas en cuanto aumente la incidencia», destacó. En este sentido, Arranz afirmó que es difícil especificar hasta dónde debe bajar la tasa de incidencia en Ibiza para relajar las medidas, pero avanzó que debe haber una «tendencia clara y mantenida de bajada y de colocarse al mismo nivel que el resto de islas».
Confinamiento domiciliario
Siguiendo la línea de lo que dijo la presidenta Armengol a principios de esta semana, Arranz y Gómez no ven necesario pedir que haya un confinamiento domiciliario en Baleares y destacaron que la incidencia acumulada en general es de 250 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 500 de la media española.