Agentes de la Policía Local de Sant Antoni y de la Guardia Civil establecieron diversos controles durante la jornada de ayer en los tramos de carretera que enlazan Santa Agnès con Sant Mateu y Sant Miquel después de las recientes denuncias de los vecinos por las carreras ilegales que protagonizan grupos de motoristas, generalmente durante los fines de semana, que recorren estas vías secundarias a gran velocidad.
Un vídeo grabado por el concejal de Sant Antoni Joan Torres, en el que se aprecia cómo un grupo de motos pasa a gran velocidad en presencia de su madre, desencadenó esta semana una cascada de reacciones y llevó al Ayuntamiento a solicitar la intervención del Consell d'Eivissa, la Dirección Provincial de Tráfico de Balears, la Delegación del Govern de les Illes Balears o la Comandancia de la Guardia Civil de Ibiza, que ayer desplazó efectivos a la zona. Por su parte, el Consistorio desplegó por la tarde dos patrullas y un vehículo con radar, aunque no se registraron denuncias.
Según los vecinos consultados, estas carreras de motos, que también se realizan en la carretera de Portinatx, tienen lugar los sábados por la tarde o los festivos, «y no se trata de grupos de motoristas que circulan de paseo, sino de motoristas que superan con creces los 60 kilómetros por hora que marca la vía y que circulan como si fuera un circuito de carreras».
Los residentes aseguran que hay varios grupos de motoristas que conducen «respetuosamente», pero los que hacen las carreras son una minoría, aunque esta situación se reproduce desde hace años. «Esta gente no respeta las limitaciones ni las señales, y esto lo estamos viendo cada año», explican, y aseguran que «si ayer no pasaron fue porque intuían que iba a venir la Policía después del revuelo que se montó».
Joan Torres señaló que «es un tema muy grave que afecta a la seguridad vial tanto de los motoristas como del resto de usuarios de la vía». El concejal recordó que se trata de una carretera, la EI-541, «en la que confluyen multitud de caminos rurales y que es utilizada diariamente por ciclistas, con el consecuente riesgo que supone para la seguridad de los usuarios y vecinos que transitan cada día por la vía».