El papel de los pequeños comercios y las graves dificultades por las que atraviesan los autónomos durante la pandemia centraron la primera ponencia del foro, «Estrategias de futuro para el aumento de la competitividad del pequeño comercio», que contó con la participación del presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la patronal CEOE, Lorenzo Amor.
El presidente de los autónomos reclamó la exoneración total de los impuestos y cuotas de la Seguridad Social para todos aquellos pequeños empresarios que han cesado en su actividad, se han visto obligados a cerrar o han tenido que limitar su actividad por las restricciones administrativas derivadas de la pandemia. «Muchos autónomos no podrán afrontar hoy los pagos aplazados a Hacienda», advirtió el presidente de ATA, que reclamó a la Agencia Tributaria «un aplazamiento automático y sin recargo» para «ayudar de verdad» a las pequeñas empresas.
«No es justo»
«Ante la situación excepcional que estamos viviendo, hay que tomar medidas excepcionales», afirmó Amor, que aseguró que, con las restricciones actuales, innumerables pequeños comercios están viviendo una situación «muy complicada por falta de liquidez». «Hasta el 9 de mayo de 2021 (cuando finaliza el estado de alarma), se deben adoptar todo tipo de medidas fiscales que ayuden a cualquier persona que ha sufrido las restricciones», recalcó, y recordó que el trabajador de una empresa que está en ERTE tiene exoneración por una limitación de la actividad del «30% o 40%» mientras que para los autónomos la limitación de la actividad tiene que ser del 100%, «y eso no es justo». El representante de los autónomo reclamó asimismo mayor agilidad a las administraciones públicas (al igual que la mayoría de los ponentes) y pidió a Hacienda que haga cambios para adecuar las cotizaciones de los autónomos a los ingresos que perciben. «En Ibiza hay muchos autónomos de temporada, muchos autónomos discontinuos a los que la Seguridad Social les está negando prestaciones que les corresponden», denunció. «Los pequeños comercios, los bares y restaurantes son la columna vertebral de nuestra sociedad», añadió Amor, que reclamó un esfuerzo a los empresarios para avanzar en la digitalización de sus negocios, «pero sin olvidar nunca a las pequeñas tiendas».
«Mucha creatividad»
La crisis que atraviesan estos negocios fue igualmente abordada por José María Ramón, CEO de Neobooking y miembro de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, que considera que la actualización digital de los comercios «ayuda, pero no todo debe ser online, ya que en Ibiza tenemos una marca mundial, que a veces no valoramos los propios ibicencos, y tenemos muchos establecimientos y profesionales que cubren los distintos segmentos del turismo porque tenemos muchísima creatividad». «Ahora toca aguantar, pedir créditos y poner la casa de los abuelos como garantía, pero saldremos adelante y esto acabará, y además hemos sido afortunados en cierta medida porque la gente demostró este verano que quiere venir a Ibiza».
El diseñador de moda Fabio Encinar puso el énfasis en la subsistencia de las tiendas físicas frente a la digitalización creciente del sector: «Ambas opciones deben funcionar y ser compatibles, pero el comercio de proximidad y la gran oferta que tenemos en marcas de moda, por ejemplo, aportan unos sellos de calidad e identidad que son únicos y que nada tienen que ver con lo que venden las grandes cadenas». Encinar apuntó además que muchas firmas españolas que antes iban a Asia o Marruecos han vuelto a trabajar con fábricas del país, lo que es una muestra de apoyo y calidad”.