El Consejo de Administración de Ports de les Illes Balears aprobará hoy una propuesta para prorrogar dos meses más, hasta el 28 de febrero de 2021, la moratoria establecida en 2018, que concluía este 31 de diciembre, por la cual se ha prohibido hasta ahora el tráfico de buques comerciales en el puerto de Sant Antoni. Fuentes de la Conselleria de Movilidad del Govern aseguraron ayer que el objetivo de este aplazamiento no es otro que conceder dos meses más para «intentar alcanzar una solución pactada» sobre este asunto, que divide a los sanantonienses.
El Govern, por medio de distintos representantes, ha recordado en diversas ocasiones que este puerto tiene un ámbito insular y balear y que su habilitación para buques de gran calado responde a un interés estratégico, y por tanto las decisiones que adopte el Consejo de Administración de Ports de les Illes irán encaminadas en este sentido. Este organismo, que gestiona todos los puertos de las islas menos los que dependen del Estado (Ibiza y La Savina), ha accedido a otorgar este aplazamiento en pos del consenso, pero ha advertido igualmente de que, de no alcanzarse un acuerdo, a partir del mes de marzo, «a más tardar», se tomará una decisión final con el objetivo de que al inicio de la próxima temporada ya se sepa definitivamente si el puerto de Portmany contará de nuevo con tráfico comercial de buques: «No se puede aplazar más».
Diversas entidades de Sant Antoni y los partidos de la oposición municipal reclamaron precisamente hace unos días que se acordara una ampliación de la moratoria hasta que esté redactado el Plan de Puertos de Baleares o, al menos, para poder tratar de llegar a un acuerdo con Ports, que ha accedido a esta petición, pero también ha dejado claro que no habrá otra moratoria.
Una propuesta de acuerdo pasaría por permitir solo el tráfico de ferris con pasajeros y sus vehículos, pero no grandes barcos comerciales, aunque Ports no ha querido valorar, «de momento», esta posibilidad.
La división de opinones en Sant Antoni sobre el futuro del puerto quedó de manifiesto en el pleno municipal de octubre en el que los concejales votaron a favor del rechazo a los ferris, una decisión que fue posible gracias al apoyo que otorgó el representante de Proposta per Eivissa, Joan Torres, que quebró la cohesión del equipo de gobierno del que forma parte (junto a PP y Cs) para alinearse con el PSOE y Unidas Podemos en la moción que finalmente fue aprobada.
Para las asociaciones empresariales de Ibiza, Capitanía Marítima y la Asociación Provincial de Empresas de Actividades Marítimas (APEAM), entre otras entidades, resulta imprescindible que el puerto de Sant Antoni vuelva a estar operativo para los ferris y buques de mercancías. Esta opinión también cuenta con el apoyo del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que discrepa de esta forma de la postura que han adoptado en su partido tanto el secretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE) y alcalde de Sant Josep, Josep, Marí Ribas, como el portavoz municipal de los socialistas en Sant Antoni, Simón Planells.
La plataforma Salvem sa Badia de Portmany, que nació hace un año auspiciada por el Club Náutico, es la entidad que mayor oposición ha expresado a la vuelta de los ferris y plantea la recuperación de la bahía para los ciudadanos mediante una serie de iniciativas medioambientales, sociales y culturales encaminadas a convertir este puerto en uno de los principales atractivos de Sant Antoni y d ela isla.