La diseñadora de joyas Elisa Pomar denunció ayer en las redes el secuestro de su cuenta de Instagram, que contaba con más de 5.000 seguidores.
Los hackers pedían en principio un pago de 150 euros para liberarla, aunque finalmente le desaconsejaron que pagara.
Para promocionar su nueva cuenta, ha decidido sortear un anillo entre todos los seguidores que se sumen. Su objetivo es llegar a 10.000.