No tan avanzadas como el caso de Mallorca, el Ministerio de Fomento y el Consell de Menorca están analizando cuál es la mejor vía para sacar al caducado convenio de carreteras del punto muerto en el que está.
El Consell d’Eivissa, en cambio, aún no ha recibido respuesta a sus reiteradas peticiones para emprender las conversaciones que permitan cobrar las obras ya certificadas, las pendientes de certificar y empezar a hablar de nuevas intervenciones.
El Consell de Menorca y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trabajan en estos momentos en la definición del marco de financiación de las obras de la carretera general. La addenda al convenio que está pendiente de rúbrica desde hace varios años se entiende que ha quedado desfasada, con lo que se manejan las opciones de actualizarla de alguna manera o de elaborar un nuevo convenio, según informa la consellera Francesca Gomis. Ahora se trabaja en la documentación previa, lejos aún de la convocatoria de la Comisión Mixta, un paso que se ha dado ya en Mallorca.
«No lo hemos decidido aún, pero la forma es secundaria, lo principal es que llegue el dinero, que se garantice», comenta Gomis. El momento actual, sin convenio firmado, no tiene de momento efectos negativos, puesto que las obras no avanzan, «además aún podemos disponer de cierta cantidad».
Contar con un nuevo convenio o la actualización del presente debidamente aprobada y en vigor se convertirá en necesario cuando empiecen a llegar certificaciones de trabajos ejecutados en el primer tramo de los tres en los que se ha dividido el proyecto de reforma de la carretera general entre Maó y Alaior.
Esto no pasará en ningún caso antes de finales de año. En estos momentos el Consell dispone del proyecto de la obra y está realizando los últimos retoques del documento ambiental para enviarlo a la Comisión Balear de Medio Ambiente. Una vez este organismo haya dado su visto bueno habrá que comenzar el proceso de licitación de las obras. El primer tramo es el comprendido entre la entrada a Alaior y el cruce de La Argentina. Francesca Gomis afirma que sería interesante tener la obra adjudicada antes de agosto para que la empresa pudiera estar lista para empezar las obras tras el verano, siempre con la mínima afectación a la actividad turística.