El año 2020 registró menores pluviometrías respecto a los años anteriores. Así se desprende de los datos recopilados en el Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2020 del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation recogidos por la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera. De hecho, en el caso de Vila no se daban pluviometrías tan bajas desde 2014, mientras que en Santa Eulària 2019 y 2020 registraron pluviometrías similares.
El conjunto de los datos pone de manifiesto que la mitad de los años estudiados se han caracterizado por una sequía meteorológica más o menos intensa en la isla. En el caso específico de 2020, el año se caracterizó por ser un año de sequía moderada. Los datos ponen de manifiesto que en la estación de Ibiza se han registrado dos años consecutivos secos meteorológicamente, 2019 con sequía leve, y 2020 con sequía moderada. En lo referido a los valores de la estación de Can Palerm en Santa Eulalia, se detectaron 26 años con valores superiores al de sequía y 2020 fue un año seco, caracterizado por una sequía leve.
La misma estación ha registrado en los dos últimos años consecutivos pluviometrías por debajo de la media.
En prealerta en octubre
En lo que se refiere a la sequía hidrológica de los últimos años, definida como la disminución de la disponibilidad de agua potable superficial y subterránea, en el año 2020, Ibiza entró en prealerta por sequía en octubre; manteniéndose así todo el año. Además, en la última década se han dado tres periodos breves de prealerta por sequía -coincidiendo con el final de la temporada estival, y por tanto mayor explotación de los recursos subterráneos y menor pluviometría-; y un periodo de mayor duración, a lo largo del cual se entró en tres ocasiones en alerta por sequía.
Tal y como señala Inés Roig, técnica de la Alianza por el agua de Ibiza y Formentera, los datos elaborados por la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera y recogidos en el Informe de Sostenibilidad 2020 de Ibiza «ponen de manifiesto que el descenso en la presión humana en la isla de Ibiza y el mayor consumo de agua desalada registrados en 2020 no han evitado la entrada en prealerta por sequía de la isla».
Es decir, en la última década Ibiza únicamente ha contabilizado cuatro años en los cuales el índice se encuentre durante todo el registro dentro de la normalidad. Esto significa, según recuerda la coordinadora técnica del Observatorio de Sostenibilidad, Inma Saranova, que «es necesario seguir haciendo esfuerzos generales para combatir el cambio climático y específicos para contribuir al ahorro de agua».