El Ayuntamiento de Ibiza se posicionó en el año 2016 en contra de la ampliación de la concesión del puerto deportivo Marina d'es Botafoch mientras que, un año después, dio luz verde en Consejo de Administración de la autoridad Portuaria de Baleares a incrementar la duración de la concesión de Marina Ibiza, pese a las irregularidades que ya se habían cometido en este enclave en el año 2017.
En relación a Marina d'es Botafoch, el equipo de gobierno municipal, compuesto por PSOE y Guanyem, aseguró que no procedía aprobar la solicitud porque, entre otras cosas, no se había aprobado aún la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (DEUP) ni la posterior aprobación del Plan Especial del Puerto de Ibiza.
Además, desde el Consistorio se presentó una serie de alegaciones al proyecto realizado por la empresa concesionaria de entre las que destacaban la oposición a la ampliación de lámina de aguas previsto, que pretendía ocupar 10.000 metros cuadrados de superficie. Un rechazo basado en que la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se estaba ejecutando en esos momentos, y que aún no se ha podido aprobar, pretendía la recuperación del espejo de agua que históricamente ha tenido la ciudad.
Vila rechazaba también en sus alegaciones los nuevos usos previstos por la concesionaria para el puerto deportivo, un mirador y un beach club, al considerar totalmente innecesario e injustificado implantar en la zona nuevos usos de restauración y comerciales. Además, la redacción del nuevo PGOU impedía la instalación de nuevas discotecas, salas de fiesta o similares en el municipio.
También denunciaba el Ayuntamiento en sus alegaciones que la propuesta de la empresa concesionaria no recogía el objetivo de recuperar la accesibilidad tradicional de los ciudadanos a los muelles portuarios.
En lo referente a la ampliación del plazo de concesión del puerto deportivo Marina Ibiza, el equipo de Gobierno municipal no puso ninguna traba pese a que se mantenía la problemática alegada contra Marina d'es Botafoch de la inexistencia de DEUP y de plan especial.
Aunque en este caso la Autoridad Portuaria ha ocultado la información sobre el proyecto de ampliación (el Periódico de Ibiza y Formentera lo ha solicitado por todas las vías posibles sin ningún resultado hasta el momento), lo que sí que salió a la luz es que el ente portuario otorgaba a la concesionaria un 10% más de edificabilidad y una «serie» de edificaciones desmontables que en ningún momento se especifican.
El hecho de que el proyecto pudiera incluir nuevas edificaciones, tal y como concede la APB con la ampliación de la concesión, ya debería ser suficiente para el que el equipo de Gobierno se hubiera opuesto a su aprobación, al igual que hizo con Marina d'es Botafoch, debido a la inexistencia de la base legislativa necesaria para que se puedan llevar a cabo.