«Más que estabilidad podríamos decir que hay un estancamiento». El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, definió este lunes así la situación epidemiológica que atraviesan las Islas y mostró su deseo de poder «ir hacia abajo» y seguir mejorando.
En rueda de prensa, el doctor explicó que la incidencia acumulada a 14 días en Baleares era de 61 casos por cada 100.000 habitantes (55 en el caso de Mallorca, 56 en Menorca, 37 en Ibiza y 16 en Formentera). Con estas cifras, destacó la situación de contención a pesar de la detección en las últimas horas de hasta seis brotes (uno de ellos en Ibiza) de unos cuatro o cinco casos cada uno, la mayoría en entornos familiares o sociales.
Perfil de los pacientes
Por otra parte, Arranz explicó que el perfil del paciente contagiado por COVID-19 ha cambiado en los últimos meses y ha descendido la media de edad. Respecto al número de ingresos, aunque no concretó cifras exactas, Arranz indicó que se ha constatado un menor ingreso de personas en las franjas de mayor edad, con altos porcentajes de personas vacunadas.
El especialista destacó que el avance de la vacunación consolida la tendencia de que la mayor parte de los nuevos casos se den entre personas jóvenes, con 71 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días en la población de entre 16 y 29 años y 24 casos por 100.000 entre los mayores de 80.
Además, destacó el efecto de contención de la pandemia generado por las vacunas, que tienen una efectividad del 70 % frente a los contagios con la primera dosis, es especialmente significativo a la hora de evitar las hospitalizaciones, con una eficiencia de entre el 80 % y el 90 %, subrayó Arranz.
Supercontagiador
Por último, Arranz calificó al conocido ya como supercontagiador de Manacor como una persona «egoísta y antisocial». El experto insistió en que no dar importancia a la enfermedad o no creer en la existencia del virus puede llevar a que personas del entorno se contagien y evolucionen de manera peligrosa.
En todo caso, el portavoz distinguió entre quienes puede que no den importancia a los síntomas, a quienes recordó la necesidad de extremar las precauciones y seguir las indicaciones, de quienes, como el caso de Manacor, llegan a alegrarse de contagiar a los demás. En estos casos aseguró que deben tomarse las medidas más contundentes.