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El mundo de la pesca, en huelga

Las cofradías pitiusas se unen a la huelga convocada en todo el Mediterráneo en contra de las restricciones impuestas por la Comisión Europea

Pescadores de Vila, este viernes amarrados por la huelga, tapando los mecanismos del pesquero con una lona . | Toni Planells

| Ibiza |

Las cofradías de pescadores de Ibiza, Sant Antoni y Formentera secundaron este viernes la huelga de pescadores que se convocó en todo el mediterráneo en contra del Plan de Gestión Multianual aprobado en 2019 a propuesta de la Comisión Europea, y en vigor desde 2020, y que «está reduciendo la actividad de los barcos de arrastre por debajo del mínimo de días, obligando de forma progresiva al cierre de empresas y a la pérdida de tripulantes, repercutiendo en otras modalidades de pesca, en la industria auxiliar, y en la propia industria turística, muy relevante en estas localidades costeras», según expresa la Federación nacional de Cofradías de pescadores en un comunicado.

Cofradía de Ibiza

En el muelle de pescadores de Ibiza, toda la flota permanecía amarrada este viernes por la mañana y algunos de los tripulantes aprovechaban para hacer labores de limpieza y mantenimiento de sus embarcaciones. Allí, Toni Blai, patrón mayor de la Cofradía de pescadores de Ibiza, hablaba del valor que tiene la pesca de arrastre en su cofradía ya que «son las que más volumen de captura tienen; entonces para mantener la cofradía y las instalaciones dependemos de las barcas bou (embarcaciones de pesca de arrastre), que si no les salen las cuentas y amarran vamos todos detrás».

«El problema es que el Mediterráneo está delimitado por zonas y se han tomado las peores zonas, donde hay más flotas y están más castigadas, del Mediterráneo para inponernos las mismas medidas a todos» aseguró Blai. Y comparó: «En Baleares tenemos menos de 500 millas de caladero para poco más de 30 barcas de bou. En Cataluña para prácticamente las mismas millas de caladero tienen casi 500 barcos de arrastre».

La manera de trabajar en las Pitiusas también es distinta ya que «trabajamos en función de la demanda del mercado. En invierno, las barcas suelen estar amarradas en puerto a las 11.00 horas cuando salen a las cuatro de la mañana y por normativa podrían pescar hasta las cuatro de la tarde, pero esto nunca pasa», según explicaba este viernes el patrón mayor. «En cuanto tienes el pescado para servir al mercado, te vas y no arriesgas más las artes ni gastas más combustible», precisó.

Un modo de trabajo distinto a cualquier cofradía. Y es que en la de Ibiza no hay subasta: se trabaja con precios fijos, algo que Blai no le consta que suceda en ningún otro lugar de Europa. «Aquí tenemos una manera de trabajar especial de la que estamos muy orgullosos y no puede ser que nos comparen con las zonas más castigadas», explicó contrariado al comprobar que el camino que recorren sus demandas no llega a buen puerto:

«Protestamos en la conselleria, luego lo llevan a Madrid y desde allí a Bruselas donde dicen que ‘todos igual' y eso no puede ser». «Entendemos que haya que asumir restricciones para el buen funcionamiento, pero esta no es la manera», explicó el patrón que al quitarles días de faena a los arrastreros, los días que puedan trabajar agotarán las horas, vendrán cargados de pescado y colapsarán el mercado. Otro factor que teme Blai es que las restricciones acaben llevando a jubilarse de una vez a los pocos arrastreros que quedan (en Ibiza hay tres),sin que quede relevo generacional, perdiéndose así un oficio ancestral en Ibiza.

De este modo, también se verán afectados otros ámbitos tan importantes como la gastronomía ibicenca.

Sant Antoni

El patrón mayor de la cofradía de Sant Antoni, José Antonio Castelló, mostraba este viernes el único barco de arrastre de su cofradía para explicar cómo se han reducido el número de días que pueden faenar: «Ya estamos alrededor de un 40% de reducción de días progresivamente; este barco ahora solo puede faenar unos 140 o 150 días», aseguró.

Y añadió: «De esta manera, una empresa no es viable». Apunta a que es una problemática común en todos los países del Mediterráneo, pero con diferencias a la hora de gestionarlo por parte de los gobiernos: «En Francia o Italia sus gobiernos se han opuesto, mientras que en España no nos han apoyado».

En cuanto a la reducción de flota subraya que la reducción ya se ha llevado a cabo y pone como ejemplo su propia cofradía, que ha visto reducida su flota de arrastre de dos a una embarcación, «y en Ibiza pasa igual y también en Mallorca y esto no se tiene en cuenta».

Ante las razones por las que se está abandonando este tipo de pesca, Castelló no solo apunta a las económicas, «antes se reunía un grupo de amigos o familiares, invertían en una barca de bou y les era rentable, pero ahora no pasa». También observa que ha cambiado la consideración pública de la figura del pescador: «Antes, el hecho de ser pescador era una razón de orgullo, pero ahora está mal visto. Estamos demonizados por culpa de la pesca industrial cuando nosotros somos pescadores artesanales. Si no lo hiciéramos bien no habría pesca como hay».

Sobre la huelga, y para demostrar la importancia del problema, explicó que es de la primera vez que se han puesto de acuerdo todos los pescadores del Mediterráneo con una misma reivindicación y «esto no ha pasado nunca».

Formentera

Los pescadores de Formentera se concentraron este viernes en el muelle de barcas de pesca del puerto de la Savina en un acto de protesta. El patrón mayor de la cofradía de Pescadores, Iván Pérez Marí, manifestó que «en 2025 nos encontraríamos que de los 200 días al año que trabajamos ahora, pasen a ser 110. De ese modo puede pasar que en el mes de octubre tengamos que parar hasta el año siguiente y eso son tres meses sin poder trabajar, lo cual es totalmente insostenible, además de que dejaría a Formentera sin pescado fresco durante todo ese periodo».

En caso de que la norma se aplique, Pérez afirmó que tiene claro que «de las dos barcas de arrastre que tenemos en la cofradía, solo podría sobrevivir una y eso pone en riesgo también la continuidad de la cofradía y, por tanto, de la pesca en la isla».

A juicio de los pescadores, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la orden ministerial que obliga a cumplir la norma europea no se ha hecho con unos estudios españoles y no tienen en cuenta que las barcas de bou de Baleares practican una pesca mucho más sostenible que otras de arrastre de mayor tamaño que «si dañan mucho el medio marino».

Los pescadores de Formentera expresaron este viernes siempre su máximo respeto a las especies propias y afirmaron que siempre han sido los primeros en salir en defensa de la sostenibilidad en el mar, promoviendo incluso las tres últimas reservas marina que se implementaron en la isla el pasado 2017.

Pérez Marí se marcó una hoja de ruta en la reivindicación: «Tenemos que demostrarle al Gobierno que nuestros recursos en Baleares no están tan mal como en otros territorios y, por tanto, debemos aportar estudios propios que lo demuestren para conseguir que entiendan que no se puede medir todo con el mismo rasero».

La concentración que se hizo para secundar la huelga convocada a nivel nacional por la Federación de Cofradías contó también con el apoyo de los pescadores de artes menores que, de manera solidaria, quisieron manifestarse al lado de sus compañeros de arrastre.

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