Hola Europa! Welcome british! Españoles, que empezamos, ¡vamos! ¡Ya está, prueba superada! Después de 20 meses, vuelve la fiesta a Ibiza: con cautela, pero fiesta al fin y al cabo, que ya hacía falta desahogarse y resarcirse un rato después de tanto miedo y tanta mierda de virus, de tanto sufrimiento. Y también de tanto muermo.
Con trabajadores esenciales, vacunados o con test de antígenos, el caso es que la nueva normalidad ya empieza a parecerse a lo básico que toda buena fiesta debe contener: buena música y buena gente dándolo todo en la pista o desde las mesas, que es lo de menos si se trata de bailar. ¡Sí, bailar! ¡Qué ganas teníamos de salir! Por fin. Nunca se había visto a tantas enfermeras y médicas juntas y vestidas de fiesta, dando saltos en la pista y sudando de emoción. Espectacular. ¡Qué alegría! Otro hito para la historia del clubbing y epílogo del historial de la lucha contra el coronavirus en Ibiza. ¡Muchas gracias, chicas! ¡Muy grandes!
Y también gracias y enhorabuena a las fuerzas de seguridad, que han velado y aún tendrán que velar por todos en Ibiza, poniendo en su sitio a los irresponsables para que la temporada pueda devolvernos a la vida. Gracias a vosotros, estimados esenciales, hoy ya podemos decir que Ibiza está abierta de verdad, que arranca la temporada y que muy pronto se podrá reactivar una industria turística que ha sufrido como nunca y que ahora comienza a planificar con más optimismo. Por fin.
La fiesta experimental del Hard Rock ha sido un éxito, pero sus organizadores, entre los que hay que subrayar a la Asociación Ocio de Ibiza, recuerdan que el virus sigue aquí, cada vez menos, pero sigue. Y que ‘seguridad' sigue siendo la palabra clave, lo más importante para que todo vaya bien hasta el final de la temporada. Seguridad en las discotecas y en el aeropuerto. De momento, anoche, durante unas horas, pareció como si estuviéramos en 2019. ¡Cuánto tiempo sin salir a la pista, sin asistir a un concierto! Aleluya. Y ahora empieza la vacunación para los chicos y chicas de 16 a 29 años. Otro subidón. ¡Vamos, que despegamos!