La Policía Local de Sant Antoni ha desalojado este fin de semana una fiesta ilegal en la que había 300 personas y se cobraba la entrada a 100 euros, según informó ayer el Ayuntamiento, según recoge Efe. Los hechos ocurrieron el sábado por la noche cuando los agentes acudieron a un domicilio en la zona de Can Tomàs, tras una llamada vecinal que alertaba de la presencia de cientos de personas en una finca cercana. Al llegar al lugar, con la colaboración de la propietaria y arrendadora de la casa, los policías observaron que había unas 300 personas en el interior y exterior de la vivienda, así como un equipo profesional de música, varias barras de bebida y diferentes zonas de baile. La Policía Local, con el apoyo de una patrulla de Guardia Civil, desalojó a los asistentes del evento, algunos de los cuales informaron que se les había cobrado una entrada de 100 euros que incluía una pulsera y fichas de póker para canjear por consumiciones.
Durante la intervención, dos ambulancias del 061 tuvieron que asistir a dos personas bajo los efectos de sustancias tóxicas o estupefacientes.
Los agentes denunciaron a los inquilinos, organizadores de la fiesta, por infracción a la ordenanza municipal de ruido, por no tener autorización para una actividad no permanente y también sumaron una veintena de denuncias por organizar una fiesta ilegal sin respetar las normas contra la covid-19.
Además, se intervino el equipo de música y se está a la espera de conocer el alcance de los daños sufridos en la vivienda para interponer otra denuncia.
Por otra parte, en la misma noche la Policía Local intervino en una fiesta en una vivienda en Sant Mateu, a la que los agentes acudieron junto a la Guardia Civil en varias ocasiones.
El inquilino reconoció que había realizado una fiesta con unas 20 personas que ya había finalizado, pero se negó a permitir el acceso de los agentes para realizar una inspección de la vivienda. La Policía Local interpuso una denuncia por infracción a la ordenanza municipal de ruido tras las quejas vecinales. Los asistentes bajaban delante de la iglesia de Sant Mateu y desde este punto eran trasladados en furgonetas hasta la vivienda. Durante la noche, se recibieron más avisos por gran concentración de personas en la zona del Pla de Sant Mateu, donde las patrullas de Policía Local y Guardia Civil volvieron a identificar al inquilino, que reconoció haber realizado la fiesta, sin aportar más datos.
Durante el fin de semana, la Policía Local de Sant Antoni también acudió a otras fiestas en domicilios tras recibir quejas vecinales. En dos de ellas, los inquilinos apagaron la música inmediatamente y en otra, en la carretera de Santa Agnès, los agentes interceptaron una concentración de personas en la calzada, pero disolvieron el grupo sin detectar ninguna otra fiesta en las inmediaciones