El presidente de El PI-Proposta por les Illes en Ibiza, Toni Roldán, expresó ayer su apoyo incondicional a Antoni Amengual, que dimitió este pasado lunes como presidente del partido en Baleares y anunció su retirada de la política por las profundas desavenencias que le enfrentan a una corriente de la formación liderada por Josep Meliá. Roldán aseguró ayer que el respaldo a Amengual es «unánime» en Ibiza, a la vez que defendió su proyecto de vertebración balear del partido desde el momento en que resultó elegido, en junio de 2020, hace poco más de un año, en sustitución del histórico Jaume Font. «Desde ese momento ya vimos que no había consenso y que Meliá perseguía un proyecto para promocionarse a sí mismo y solo para Mallorca», explicó Roldán.
La ejecutiva de El PI de Ibiza, integrada por 13 personas, tenía previsto reunirse ayer mismo para adoptar una postura sobre la ruptura que está viviendo la formación regionalista, pero el encuentro se ha aplazado hasta mañana o pasado para que pueda asistir Antoni Amengual.
La crisis abierta en este partido le aboca a un congreso extraordinario en Baleares, que se celebrará el 25 de septiembre en Palma, después del cual, previsiblemente en octubre, tendrá lugar el congreso insular de la formación en Ibiza, que elegirá a la nueva dirección tras el repentino abandono de Amengual y de cuatro destacados miembros más de la ejecutiva de El PI en el archipiélago. «En la reunión veremos qué posición adoptamos, pero sí tenemos claro que El PI va a continuar, y si alguien quiere salir, tiene las puertas abiertas», indicó Roldán, quien descartó la creación de una nueva formación política.
Por su parte, el concejal de Sant Antoni Joan Torres, miembro de la ejecutiva balear del partido, prefirió no pronunciarse todavía sobre esta crisis interna hasta que se convoque una reunión con los dirigentes que aún permanecen en la ejecutiva balear, prevista asimismo para esta semana, en la que se decidirá el futuro inmediato de la formación.
Las explicaciones
Antoni Amengual y el resto de la cúpula del PI que ha presentado su dimisión se van del partido señalando a Josep Melià, aunque sin nombrarlo, como responsable de la crisis.
«Nuestro proyecto político ha chocado con proyectos personales de determinadas personas que no han querido sumarse», dijo el ya exlíder de la formación, que además criticó las «deslealtades» de algunos dirigentes. Amengual añadió que la mitad de la cúpula del PI se va «porque no quiere ser tutelada» y lamentó que la actual dirección lo haya tenido difícil «por fidelidades tejidas hace años que taponan el crecimiento del partido». Amengual anunció que deja la política y que en septiembre dimitirá en el Consell de Mallorca.
Cavar trincheras
«No vinimos a cavar trincheras, vinimos a tirar adelante un proyecto colectivo en el que creíamos. Si no somos una dirección de consenso, mejor que se haga un congreso», añadió. La vicepresidenta de la formación, Lina Pons, también ha dimitido y ha anunciado que dejará la portavocía en el Parlament. Ayer dejó la puerta abierta a una dimisión como diputada. Además de Amengual y Pons, dejan el partido el tesorero, Miquel Porquer; el secretario de Coordinación, Gori Ferrà, el secretario de Comunicación, Josep Franco; la secretaria de Formación, Catalina Riera, y el secretario de Estudios y Programas, Sebastià Salas. Pons afirmó que existen «dos sensibilidades que son imposibles de mezclar» y que se van para no «destrozar» el partido». «Esto no es un club de amigos venido a más», añadió la vicepresidenta, que sí se refirió de forma directa a los «melianistas».
Los dos dirigentes explicaron que, con su marcha, pretenden evitar que el partido se rompa ya que creen que el debate sobre quién debe dirigir el PI tiene que hacerse en el congreso.
«Nos vamos para no hacer daño», insistieron. Amengual anunció que no se presentará su candidatura, pero dado el clima de división en el PI está claro que habrá al menos dos candidatos.
«El partido no debe excluir a nadie, pero hay gente que debería repensar su sitio y sus actuaciones», dijo cuando se le preguntó por Melià. La posibilidad de pactar con Vox es otra de las razones que esgrimió Lina Pons para renunciar. Dijo que nadie le ha dejado claro que no se pactará con Vox y criticó el acuerdo alcanzado en Llucmajor (Mallorca) con exconcejales del partido de Jorge Campos.
Salas asume la presidencia provisional hasta que se elija a la nueva dirección
Toni Salas, actual vicepresidente de la formación en Mallorca, asume la presidencia del partido en la Isla hasta la celebración del congreso, que será el día 25 de septiembre. La nueva cita se produce apenas un año y tres meses después del congreso extraordinario que tuvo que celebrarse en junio de 2020 tras la dimisión de Jaume Font. En aquella ocasión, los dos sectores del PI lograron pactar una salida consensuada y la persona elegida fue Antoni Amengual, que acaba de presentar su renuncia, junto a la de buena parte de la cúpula del partido. Los dos sectores tienen ahora dos meses para tratar de llegar a un acuerdo que no rompa en dos la formación.
En una carta de despedida dirigida a la militancia, Amengual asegura que no quiere ser «la marioneta» de nadie y que no está en el partido «para cavar trincheras ni para alentar venganzas con luchas fratricidas». Asegura sentirse «decepcionado» por la actitud de algunos dirigentes.
El principal señalado por los dimitidos, Josep Melià, aseguró ayer que nadie sobra en el partido y que su voluntad es «sumar». Defendió la pluralidad y la existencia de distintas sensibilidades en la formación, «que son una fortaleza». También señaló que es necesario conseguir el consenso perdido en un partido «imprescindible» para defender los intereses de Baleares.