El Ayuntamiento de Santa Eulària está realizando inspecciones en diferentes obras ubicadas en el municipio con el fin de comprobar si se cumple con la paralización de determinadas obras y en función de su proximidad a las zonas y establecimientos turísticos decretada por el Consistorio. De hecho, ya se ha comunicado a una intervención en Roca Llisa la obligatoriedad de cesar los trabajos.
Dado que la prohibición no es total en todo el municipio y para todos los trabajos, el Ayuntamiento está haciendo revisiones de las obras de las que tiene conocimiento para comprobar si estas han parado o no y, en caso de que sigan, determinar si pueden o no seguir con su actividad. En el caso de que existan molestias a los vecinos estos pueden realizar un registro de entrada comunicándolas y se acude lo antes posible para realizar dichas comprobaciones y determinar o no la continuidad de los trabajos.
En los casos apuntados por la oposición en nota pública, sin constar comunicación oficial al Ayuntamiento por su parte, ya se ha constatado que estarían afectadas por la paralización por lo que se ha comunicado a los promotores que deben cesar los trabajos (permitiéndose aquellos necesarios para la retirada de maquinaria o para dejar la zona en condiciones seguras) o se abrirá un expediente sancionador en su contra, tal y como estipula la normativa.
Debido al incremento que se estaba produciendo en las reservas y en la llegada efectiva de visitantes, el Ayuntamiento decidió reactivar la prohibición de obras en zonas turísticas y el entorno de las instalaciones del sector con el objetivo de que las empresas que ahora pueden generar economía, que son las del sector, puedan realizar su actividad en las mejores condiciones y así puedan generar empleo e ingresos para la economía local, tan afectada por el covid. El plazo de suspensión previsto es entre el pasado 16 de julio y el próximo 15 de septiembre, si bien se fija la posibilidad de prorrogar su vigencia un mes más en caso de que la actividad turística sea lo bastante intensa de manera que se pueda mantener al máximo el beneficio social y económico de esta medida.
La norma que se aplica en Santa Eulària no implica la paralización total de todos los trabajos de construcción o reforma sino que implica distinguir entre tres tipos de zonas (según su proximidad a establecimientos turísticos o zonas consideradas como tales) y entre actividades constructivas más o menos molestas.
El hecho de que una obra pueda seguir realizándose porque no quede sujeta a la prohibición no significa que estas no deban seguir cumpliendo en todo momento con el resto de normativa aplicable, especialmente en lo que refiere a horarios, emisiones de ruidos, limpieza o cualquier otra que fije la normativa local, autonómica o estatal.