El proyecto de la nueva interconexión que reforzará la unión eléctrica entre las islas de Ibiza y Formentera cuenta ya con la Declaración de Impacto Ambiental favorable tras la decisión adoptada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Según informó este viernes Red Eléctrica de España en un comunicado, esta autorización permite programar los trabajos relativos al trazado del enlace e iniciar después del verano las obras asociadas al recorrido terrestre de la interconexión en sus tramos en Ibiza y Formentera, una vez culminen los trámites administrativos que incluyen además la ocupación de bienes de Dominio Público Marítimo-Terrestre.
Con un presupuesto de 95,8 millones de euros, el nuevo enlace reforzará la garantía de suministro de la isla de Formentera, actualmente unida a Ibiza por una interconexión eléctrica de doble circuito a 30 kV.
Además, permitirá alimentar en todo momento la demanda eléctrica de la isla de Formentera y hará posible que la isla y el sistema eléctrico balear en su conjunto avancen en la transición energética.
Con el objetivo de acelerar los plazos para el despliegue de esta infraestructura, la compañía ya ha suscrito con la empresa Prysmian Group el contrato de adjudicación para la fabricación e instalación de los cables de los dos circuitos que formarán parte de la interconexión. Además, desarrolla las obras de construcción de la nueva subestación de Formentera y la ampliación de la subestación de Torrent en Ibiza, situadas en los dos extremos del futuro enlace.
Prysmian será también responsable del futuro tendido del tramo submarino del enlace mediante sus barcos especializados. El proyecto de nueva interconexión eléctrica entre las Pitiusas incluye el despliegue de dos enlaces de 132 kV entre la nueva subestación en construcción de Formentera y la subestación existente de Torrent, en Ibiza, en proceso de ampliación.
El enlace cuenta con un tramo submarino de 27,15 km y una profundidad máxima de 62 metros, mientras que el tramo terrestre es, en Ibiza, de 5,26 km y en Formentera, de 4,8 km. En ambos casos, el trazado es soterrado y discurre en su práctica totalidad por zonas de titularidad pública anexas a vías, carreteras y caminos públicos existentes.