El inicio de la fase diocesana en el Sínodo de la Iglesia católica abarrotó ayer tarde la parroquia de Santa Cruz. Precedido por nueve monaguillos y una amplia representación del clero pitiuso, el obispo electo Vicent Ribas presidió la primera gran celebración tras oficializarse su nombramiento el pasado miércoles.
Ya desde el altar, inició el acto eclesiástico con las Letanías a los santos, con mención especial a aquellos vinculados a las Pitiusas. Tras destacar la importancia de la fe, Ribas aseguró que este nuevo periodo quiere «que sea también el Sínodo de la Iglesia de Ibiza y Formentera».
«La fe es un don que siempre debemos agradecer», señaló en su homilía.
Asimismo, explicó a los centenares de feligreses el significado de esta era histórica para los católicos que debe servir para dialogar, rezar o sentirse en compañía. «Sínodo significa caminar juntos», recordó Ribas, afirmando que la Iglesia pretende renovarse.
Según añadió, participar en el Sínodo convocado por el Papa Francisco es un acto de responsabilidad y coherencia con la fe, buscando juntos reacciones a cuestiones que no se pueden obviar y que desde hace tiempo están reclamando respuestas, soluciones y nuevos planteamientos.
Para ello, quien participe en el Sínodo debe dejar a un lado individualismos y actitudes egoístas, explicó Ribas. También aseguró que una sociedad personalista se basa en el desinterés.
En su homilía, seguida con atención por los asistentes a la misa, hizo además un llamamiento personalizado a mayores, personas de mediana edad y jóvenes, de quienes la Iglesia «lo necesita todo». «La Iglesia no excluye a nadie», apostilló también.
El obispo electo pidió también a los feligreses pitiusos que no tengan miedo al Sínodo y que éstos participen y expresen cómo ven la Iglesia, qué les gusta más o menos. La celebración de Santa Cruz finalizó con el himno a la patrona de Ibiza: Set segles fa.
En octubre de 2023 se celebrará en el Vaticano la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, titulada Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión. Para garantizar que todos los creyentes puedan tomar parte, el Papa Francisco ha diseñado un novedoso itinerario consistente en un camino de dos años. En las Pitiusas, este nuevo periodo incluirá varios encuentros hasta llegar al congreso y la conclusión del Sínodo diocesano, en abril de 2022.