Un fallo eléctrico provocó ayer por la tarde que el bombeo de Jesús se parara, lo que originó que rebosara la red de saneamiento de esa arqueta, en concreto en el torrente de sa Llavanera. Así lo confirmaron este miércoles desde la Conselleria balear de Medio Ambiente que, tras conocer la alerta por este vertido, envió un camión de limpieza para que «aspirara» todo el torrente y el aparcamiento aledaño afectado por las aguas fecales vertidas. Desde Medio Ambiente explicaron que se arregló rápidamente la avería.
No es la primera vez que hay vertidos de aguas fecales en este torrente sin una gota de lluvia, pues el pasado día 13 de este mismo mes una avería en una bomba provocó un vertido.