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Vertidos fecales

Los vertidos en Sa Llavanera ponen a los vecinos al límite

Abaqua dice que la solución pasa por la nueva depuradora y la separación de las redes de pluviales y fecales, una obra de competencia municipal

| eivissa |

Para los vecinos del torrente de Sa Llavanera ayer no fue una jornada más de lluvia, sino que por enésima vez tuvieron que soportar las consecuencias de los vertidos fecales que se producen en la zona. Según ellos, el problema se repite desde hace décadas sin que nadie encuentre una solución. Toni Riera, residente en el edificio Brisol, lamentó que el problema de la depuradora de Ibiza es «crónico» y «nunca le ha interesado a nadie».

«Es lo de siempre. Pase lo que pase, los turistas seguirán viniendo; nosotros continuamos pagando nuestros impuestos religiosamente y nadie va a hacer nada», criticó este vecino, quien recordó que en otras comunidades sí se han dictado sentencias por delitos medioambientales por vertidos al mar.

Ni sus llamadas a la Policía Local de Vila o a Medio Ambiente han servido para minimizar el problema. «Dan argumentos ridículos como para dejarte a ti en evidencia», lamentó Riera. Para él, se trata ya de un problema de salud pública: «Es algo tremendo. Ratas muertas, preservativos, nunca vienen a limpiar las calles y, además, son vertidos que van a parar al mar».

Este vecino desmintió también al Ayuntamiento de Ibiza, que hace semanas le aseguró que los vertidos eran «puntuales». «Me pregunto si para entrar en casa tengo que atravesar siempre la porquería. Demuestra que no es algo puntual porque hemos tenido una semana de lluvias y todos los días ha pasado. Me supera», manifestó.

También denunció que, en su caso, está pagando uno de los IBI más caros del país, por lo que reclamó unos servicios municipales al mismo nivel y una limpieza de calles adecuada puesto que «nunca ha venido nadie a limpiar».

Riera reconoció no tener ánimos para denunciar judicialmente este problema de vertidos. «Si esto lo provocara un particular, se abriría un acta administrativa de inmediato», concluyó.

Jordi Cardona, trabajador en un concesionario de vehículos de la zona, lamentó de nuevo ayer que, cada vez que llueve en Ibiza, tienen que soportar esta situación.
Un enorme charco de aguas fecales es la desagradable sorpresa con la que se encontró ayer al llegar a su trabajo. «Llamas a la Policía o al Ayuntamiento y te dicen que cuando puedan lo mirarán», criticó Cardona, quien además explicó cómo en ocasiones se han llegado a limpiar estos vertidos por la mañana para volver a aparecer por la tarde si se trata de una jornada lluviosa. «Si llueve mucho, se nos inunda el local de aguas fecales, pero en ocasiones no está lloviendo y de la alcantarilla emana agua sucia», insistió.

Cardona reconoció estar cansado de intentar pedir ayuda al Ayuntamiento o a la Policía Local, criticando la «dejadez total» de las instituciones a la hora de actuar en este tipo de problemas.

«Se va acumulando el lodo sobre el asfalto y cuando sale el sol, eso huele que apesta. Es una vergüenza cuando vienen los clientes», señaló.

El pasado 28 de octubre un fallo eléctrico provocó que el bombeo de Jesús se parara, lo que originó que rebosara la red de saneamiento de esa arqueta, en concreto en el torrente de sa Llavanera. Espacios como un aparcamiento cercano resultaron afectadas por las aguas fecales vertidas. También el pasado 13 de octubre una avería en una bomba provocó otro episodio de vertidos en un día en el que no había caído ni una gota de lluvia.

«La depuradora de Ibiza no tiene capacidad»
Desde la Conselleria de Medio Ambiente explicaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que la depuradora de Ibiza no tiene capacidad para acoger todo el flujo de agua que recibe en días lluviosos. Según alegaron, en parte se debe a que es una instalación antigua, «infradimensionada» en la actualidad. También recordaron que precisamente se está ejecutando la construcción de la nueva depuradora, aunque la obra acumula años de retraso.

Medio Ambiente aseguró que, sin embargo, el problema principal es que la red de saneamiento de Ibiza es unitaria y no existe la separación de pluviales y fecales.

Por ello, consideraron que la construcción de una red separativa es la solución al problema, siendo una actuación que compete a los ayuntamientos. También reconocieron que hace dos semanas sí se produjo un episodio de vertidos de «aguas mixtas» atribuible a un error en el suministro eléctrico.

Según explicaron, desde la Agencia Balear del Agua «asumimos la responsabilidad y nos pusimos en contacto con los vecinos para pedir disculpas y darles las explicaciones pertinentes», concluyeron.

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