El 25% de la población en Ibiza es extranjera. Sin embargo, en ocasiones la atención que reciben estas personas a la hora de realizar un trámite o renovar una residencia es mejorable. Así quedó ayer de manifiesto en la primera jornada de Extranjería que organizó el Consell d´Eivissa. La sala de plenos de la institución registró una buena asistencia a pesar del puente de la Inmaculada.
El comisario de Policía Nacional, Manuel Hernández, detalló para los asistentes los objetivos del cuerpo y destacó el «gran reto» que supone «mantener los niveles de bienestar y una buena convivencia» y, al mismo tiempo, respetar la dignidad de las personas. Según consideró, en la actualidad se ha logrado contar con una policía «integradora», representativa de todas las clases sociales.
Hernández también se afanó en explicar la labor de la Brigada de Extranjería o de la UCRIF, Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales. Entre otros datos, señaló que en el último año se han tramitado más de 200 solicitudes de asilo y avanzó que el cuerpo cuenta con la figura de dos interlocutores sociales para mediar con víctimas de la trata de personas o de la violencia en el ámbito sanitario.
Mala atención
En el turno de preguntas, algunos asistentes aprovecharon para denunciar episodios muy desagradables vividos en la comisaría. Libia Rocío, una de las ponentes, explicó cómo en febrero de 2020 una doctora que debía solicitar asilo tuvo que escuchar a una funcionaria preguntarle cuestiones como «¿quién te ha enseñado a escribir?» o «¿quién le dijo que viniera?». «No hay que vejar a las personas de esa manera. Cuando nosotros salimos, no lo hacemos por gusto», insistió Libia.
El comisario animó a denunciar cualquier situación de estas características para poder investigar lo sucedido y tomar medidas, en caso de ser necesario.
Entre el público, algunas mujeres explicaban en voz baja cómo ellas mismas habían sufrido esta mala atención por parte de algunos agentes. Cuando otra persona les animó a contarlo en voz alta, ellas se negaron asegurando «tener miedo».
Una de las asistentes también preguntó al comisario si su jefe podía enterarse, en caso de que ella acudiera a la policía, para denunciar un abuso laboral.
Alejandra Gámez, secretaria de la Asociación de Latinoamericanos de Ibiza y Formentera, valoró de manera muy positiva la jornada celebrada ayer porque «integrar a las personas que están en situación irregular a nuestra economía, a nuestra sociedad, es de vital importancia».
«Más agilidad»
Desde este colectivo pidieron «más agilidad» a la Oficina de Extranjería y que «dé soluciones reales» a los usuarios.
Otra de las ponentes, la gestora Patricia Oteiza se centró en el tema de las jubilaciones a través de convenios entre España y otros países. Elbio, un argentino casado con una española, precisamente acudió a la jornada con la esperanza de poder aclarar esta cuestión que le afecta de manera muy directa al haber cotizado en su país de origen y también en España.
La letrada Libia Rocía Póveda reconoció estar «muy emocionada» con la iniciativa del Consell d´Eivissa puesto que es «una forma de dar a conocer lo que tanta gente está pasando». Residente en Ibiza desde hace 20 años, la abogada aseguró que la situación para los extranjeros ha cambiado «pero a peor». El motivo es la falta de funcionarios para atender los distintos trámites: «Es terrible porque la gente tiene depositadas sus esperanzas en ello. Tratar de conseguir una residencia no es fácil y obligas a la gente a seguir en la irregularidad, mientras que lo que quieren es trabajar legalmente, pagar sus impuestos y tener un futuro».
El conseller de Participación, Javier Torres, destacó la importancia de la jornada planteada el martes para despejar todas las dudas sobre temas relacionados con la extranjería.
Susana, de la Agrupación de Argentinos en Ibiza y Formentera, también lamentó la falta de funcionarios para asistir a personas que quieran realizar trámites. «No hay asesoramiento», aseguró.
Mariana, de Ucrania, expresó su confianza en que los ponentes pudieran aclararle algunas cuestiones porque, con el Covid, muchos procedimientos deben realizarse online «y se está haciendo un poco complicado».