Entre 60 y 70 taxis, la mayoría de la ciudad de Ibiza y alguno de otro municipio, recorrieron ayer a marcha lenta las calles de Vila para protestar contra el decreto de turnos de trabajo del taxi que, entre otros aspectos, obliga a que los vehículos paren un día a la semana en temporada turística.
La manifestación motorizada salió a las 10.30 horas desde la avenida Vuit d'Agost e hizo un recorrido por las principales avenidas de la ciudad y la ronda E-10, generando atascos puntuales durante algunas horas al son de claxon y bocinas.
Este martes a las 10.00 horas seguirán las movilizaciones con una concentración de protesta en el edificio administrativo Cetis. Las acciones se prolongarán mientras dure la huelga de trabajadores y cierre patronal, convocados hasta el 9 de enero. Durante estos días se han fijado unos servicios mínimos del 38%.
Desde el sector se critica que el decreto municipal supondrá una reducción de servicio cuando más falta hace, además de implicar un notable descenso de ingresos al tener que parar 24 días durante los seis meses en los que se obtiene prácticamente toda la facturación anual.
El Ayuntamiento de Ibiza recordó ayer que se ha ofrecido al sector la instalación de dispositivos de control de tiempo de conducción como alternativa, una medida que por el momento ha sido rechazada.
El presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la Ciudad de Ibiza, Alejandro Cardell, calculó que la medida implicará que alrededor de 40 taxis dejen de dar servicio cada día en Ibiza, «sin contar las visitas al taller y otros parones que se tienen que hacer por fuerza mayor». «Se cierra el taxi y no se nos explica que pasará en época estival cuando más demanda hay. La gran cuestión es que son 24 días de 180 que dura la temporada, eso es casi un mes de facturación. Nosotros vivimos de esto, de la época estival, no del invierno», lamentó Cardell.
Defendió que en el sector se cumple con las libranzas que establece la ley y que ya existe un control horario. Es por ello que valoró que el Consistorio excede sus competencias al regular de manera indirecta (cerrando el taxi) aspectos que debería controlar la inspección de trabajo.
Titulares y asalariados
«Nadie está en contra de que descansen los asalariados, lo que estamos en contra es de que nos paren el coche en verano. Eso es como si al concesionario de hamacas de Talamanca le dicen que un día a la semana no puede ponerlas», clamaba antes de la marcha Guillermo Vargas, titular de una licencia de taxi.
Consideró que lo que quiere hacer el Ayuntamiento «es parar los coches cuando hay más demanda para tener que dar más licencias estacionales, lo que implicará recaudar 4.000 euros por cada vehículo más que ponga en la calle». «Se escudan en el descanso y en un servicio de calidad, ¿pero qué servicio es quitar taxis cuando más falta hacen?», apuntó. Criticó, además, que lo que ingresa el Ayuntamiento del sector del taxi no repercute en el mantenimiento de las paradas o en solucionar problemas de servicio como es la saturación de la avenida de Santa Eulària en verano.
«Llevamos pidiendo un carril para el transporte público en la avenida de Santa Eulària desde hace años y al final lo que interesa es la foto de gente esperando en la parada de taxis. Nadie se acerca a la avenida de Santa Eulària a hacer la foto de los taxis parados en los atascos. Hay espacio de sobra para habilitar un carril para el servicio público de transporte», consideró.
Un chófer asalariado que no quiso identificarse criticó que el Ayuntamiento de Ibiza se inmiscuya en la libertad de autogestionarse las libranzas del taxi, algo que consideró que supondrá «encorsetar» las opciones para un sector muy estacionalizado en el que se trabaja sólo durante seis meses al año. «En 10 años que llevo de taxista nunca se me ha dicho que no pueda librar, al revés, los días de libranza los fijamos con el titular, pero se libra», afirmó.
Discrepancias en el sector
Dentro del sector, el presidente de la asociación de taxistas El Arca de Ibiza, Julián Povedano, quiso desmarcarse de las movilizaciones y valoró que el parón del servicio «es una gran irresponsabilidad hacia la población de Ibiza» en una época en la que el servicio de taxi es muy importante para disfrutar con tranquilidad de las fiestas y no tener que coger el vehículo personal.
Criticó que «desde la asociación que se autodenomina la mayoritaria» no se hubiera planteado ninguna reunión con ellos ni se les hubiera presentado el calendario de guardias en los servicios mínimos. No se mostró a favor del decreto municipal, pero indicó que la solución pasa por «buscar consenso entre las asociaciones, sentarse y plantear una alternativa». Desde su asociación indicó que se envió una calendario anual de servicio de los trabajadores al Ayuntamiento, una opción que permitiría tener un control sobre las jornadas y no parar el vehículo. «Los chóferes tendrían un calendario para todo el año mientras que el propietario podría seguir trabajando o contratar trabajadores eventuales de forma que el vehículo no pare».
Alternativa municipal
El concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás, indicó que se habían mantenido varias reuniones respecto a este tema y que se había planteado una alternativa que estaba sobre la mesa para no parar los taxis un día a la semana. «Si se pone un sistema de identificación del conductor por tal de que se detecte qué conductor comienza y qué conductor termina la jornada, no tendremos ningún problema en modificarlo. La patronal del taxi tiene en su mano modificar esta medida». Un sistema que el propio Ayuntamiento se había ofrecido a financiar. Explicó que la finalidad del decreto es que el servicio se preste de forma segura y de calidad. «Se trata de un servicio público y tenemos que asegurarnos de que el sector entienda eso», recordó.
Aseguró, además, que el Consistorio no quiere controlar la jornada laboral sino los tiempos de conducción de cada chófer para evitar que una sola persona esté al volante durante demasiadas horas. «No podemos saber cuántas horas conduce cada chófer, pero sí sabemos que la mayoría de los taxis tienen dos conductores asalariados, por tanto, si el coche no se para, eso nos da a pensar que las jornadas son de 12 horas siete días a la semana»