Junto a la actual depuradora de Ibiza ya se levanta la estructura que servirá como nueva estación de bombeo (EBAR). En el momento en que se ponga en marcha, las instalaciones quedarán en desuso. Lo único que se mantendrán serán los transformadores de energía que darán electricidad a la nueva instalación. El proyecto no incluye la demolición de la depuradora actual, de la que se deberá hacer cargo Abaqua.
El trabajo que se lleva a cabo ahora es la obra civil de la EBAR, la construcción de las edificaciones que contendrán toda la instalación. Es un punto de paso en el que se acumula el agua para ser bombeada a la depuradora, que se encuentra a una cota de más de 100 metros sobre el nivel del mar.
La diferencia de altura ha implicado que sea necesaria la instalación de dos bombas en serie, porque no existe en el mercado ninguna bomba con la capacidad de enviar aguas residuales a esa altura.
En la instalación hay seis grupos de bombeo. Si el nivel sube esos grupos se van activando hasta que se estabiliza el nivel de acumulación de agua. Si bajan se desactivan. La capacidad es de 300 metros cúbicos aproximadamente.
El proyecto sigue sus plazos. Para marzo estará la obra civil y a partir de ese momento se empezarán a instalar los equipos.