Los vecinos del torrente de sa Llavanera tuvieron que soportar durante la jornada de ayer nuevos vertidos fecales que inundaron de un fétido olor la zona.
Tal como viene ocurriendo en los últimos meses, una avería en la bomba de la fase de pretratamiento obligó al achicado del agua al torrente, tal como explicaron ayer por la tarde desde el departamento de Medio Ambiente del Govern Balear.
La avería se solucionó durante por la tarde y se organizó la limpieza de la zona para que al final de la jornada estuviera todo arreglado. «Es inconcebible» o «menudo regalo de Navidad» son los comentarios que los vecinos, hartos de vivir esta situación de manera cada vez más habitual, no pueden evitar pronunciar ante el enésimo vertido, que con su hedor los tiene martirizados desde hace años. Y es que los vertidos fecales en este torrente no sólo se producen cuando hay episodios de fuertes lluvias sino que también llegan cuando no hay precipitaciones, que es lo que pasó ayer.
Vecinos
El vecino del edificio Brisol, Toni Riera declaraba hace unas semanas a Periódico de Ibiza y Formentera que se trata de un problema de salud pública: «Es algo tremendo. Ratas muertas, preservativos, nunca vienen a limpiar las calles y, además, son vertidos que van a parar al mar». Riera reivindica estar pagando uno de los IBI más caros del país, por lo que reclama unos servicios municipales al mismo nivel y una limpieza de calles adecuada.
A las quejas de los vecinos afectados por los malos olores y la suciedad de la zona se sumó el concejal de Cs en Vila José Luis Rodríguez Poblador, quien exigió soluciones para acabar con este problema.
Se trata de un problema que durante los dos últimos meses viene repitiéndose de manera cada vez más habitual. El vertido de fecales en este torrente se ha convertido ya en una de las consecuencias de cualquier lluvia en Vila.
Los argumentos oficiales suelen girar en torno a averías relacionadas con las obras de la nueva depuradora, a pruebas o a la no separación de pluvuiales y fecales en el alcantarillado de la ciudad de Vila.
La cuestión es que los vecinos de esta zona llevan años, sino décadas, soportando los contínuos vertidos fecales.
Nueva depuradora
En cuanto a la nueva depuradora, cabe recordar que el hallazgo de restos arqueológicos y el estudio de los mismos retrasará la puesta en marcha de la nueva infraestructura a finales de 2024 o principios de 2025. La actual depuradora, que es la que continuamente tiene vertidos, pasará a ser estación de bombeo de la nueva, que estará ubicada en sa Coma.