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Decepción entre los comerciantes de Sant Antoni ante la pérdida de fondos europeos

La falta de proyectos y de tiempo para elaborarlos son los argumentos por los que Sant Antoni no solicitó las ayudas europeas

Comercios en una calle de Sant Antoni. | Toni Planells

| Sant Antoni |

Ante la pérdida de la oportunidad del Ayuntamiento de Sant Antoni de optar a los fondos europeos Next Generation para el área de Comercio, los comerciantes a pie de calle se muestran profundamente decepcionados. Por su parte, Joan Ribas, presidente de la Asociación de comerciantes de Sant Antoni, ha reconocido a Periódico de Ibiza y Formentera que Joan Torres, concejal de Comercio de Sant Antoni, les convocó a una «mini reunión» para informarles de la existencia de la convocatoria para optar a los fondos europeos. «Nos pilló con el pie cambiado», justifica, «no teníamos nada definido en mente y no se llegó a pedir nada. No teníamos clara la letra pequeña y, además, se trataba de un concurso, no estaba garantizado que lo ganáramos».

Sin embargo, el presidente de los comerciantes sí tenía una idea bajo el brazo, aunque «demasiado poco desarrollada como para presentarla formalmente al concurso». Un proyecto en el que «se clasificarían los comercios con distintos colores», y en «una especie de yincana, se iría rellenando una cartilla». Cuando el cliente tuviera esa cartilla completa, optaría a ganar diferentes premios. Lo que tiene claro Ribas es que la próxima convocatoria «no nos pillará fuera de juego» y para entonces espera tener varios «proyectos en el cajón preparados». Responde, además, que «lo que queremos los comerciantes no es dinero», en alusión a las declaraciones del concejal de Comercio de Sant Antoni. Asegura que lo que quieren los comerciantes es «que se reactive la vida de barrio». Para Ribas, «lo necesario para que vuelvan los clientes, es que la gente salga de sus casas y se reencuentre con el comercio». En este sentido, el presidente de los comerciantes de Sant Antoni cree necesaria la implicación del Consistorio para que estas calles y el pueblo sean agradables para sus vecinos y adecuadas para el comercio local: «Una calle sin comercio es una calle triste», apunta. Cita estrategias como Som Comerç, impulsada desde el Consell d'Eivissa, como ejemplo para próximas propuestas para que «lo clientes vuelvan a la calle».

Comerciantes

A pie de calle, en Sant Antoni los comerciantes se pronuncian en la misma línea que su presidente en cuanto al deseo de que el cliente vuelva a las calles y a consumir en el barrio. En cuanto a la falta de iniciativas por parte de la concejalía responsable de su sector a la hora de optar a los fondos europeos, las opiniones son diversas. Marcos Páez, de la tienda de moda masculina J. March, considera que «la cartera de Comercio no es prioritaria en el Ayuntamiento de Sant Antoni», justifica este argumento asegurando que «no se pasean por las tiendas, no preguntan y apenas convocan reuniones». No se explica esta «sensación de dejadez» por parte del responsable de este departamento, «que es una persona que ha sido comerciante y presidente de la asociación». Páez propone una batería de iniciativas «más allá de la digitalización», habla de «elaborar un branding», de «colocar señalizaciones exteriores», incluso de la «instalación de pantallas táctiles en las que los clientes puedan localizar el producto que necesitan». También aboga por recuperar eventos para «atraer a gente de fuera del pueblo» y que la pandemia ha paralizado, como la feria de stocks. Otra de sus reivindicaciones gira en torno al cambio de modelo turístico de Sant Antoni. En este sentido Páez agradece a los «hoteleros jóvenes, que están invirtiendo para hacer reformas y cambiar el modelo», lo que espera que propicie «también un cambio en la oferta complementaria del pueblo, también para la gente de aquí». Lamenta que «cada vez quedan menos vecinos autóctonos, de esta manera se pierde el arraigo».

Zona azul

La recuperación de la zona azul es una reivindicación que comparte buena parte de los comerciantes del pueblo. Entre ellos Vicent Ribas, que considera la recuperación de la zona azul «fundamental para la reactivación del comercio». No oculta cierto malestar con el Consistorio en este sentido, «lo están retrasando (la recuperación de la zona azul) para contentar a los vecinos», cuando «lo que da vida al pueblo es el comercio». Tampoco pierde la ocasión para quejarse de que «aquí no hacen nada mientras conceden licencias a grandes superficies, con aparcamiento, en las periferias». En cuanto a no haber solicitado ayudas a los fondos europeos Next Generation, Ribas opina que «esto demuestra que no han hecho las cosas bien; son los políticos quienes deben dar ideas. Los comerciantes hemos aportado cantidad de ideas, no se entiende que los demás Ayuntamientos hayan tenido tiempo a presentarse y el nuestro no». «Siempre vamos a la cola de todo», es la opinión de Antonia Moreno, dependienta en la zapatería Mercalzado, respecto a la pérdida de la oportunidad de optar a los fondos europeos para el comercio. «Que pidan opinión», exige. Reclama, además, «más inversión para limpiar la mala imagen que tiene el pueblo. Sant Antoni es triste en invierno», y piensa que es «la falta de comercio local» la que «hace que el pueblo esté muerto». Se refiere a una falta de actividad que hace que la zapatería en la que trabaja y la peluquería de al lado sean los únicos negocios abiertos durante estos días en su calle: «Estamos demasiado vendidos al verano», concluyen.

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