Baleares presenta ya una incidencia de 1.665 contagios de COVID por cada 100.000 habitantes a 14 días y la previsión es que este descenso constante se siga manteniendo. Ayer se notificaron 841 nuevos casos (94 en las Pitiusas) cuando llega la más esperada de las noticias: el fin de la obligatoriedad de llevar mascarilla en exteriores, lo que incluye por primera vez, el tiempo de patio en los centros escolares.
Desde este jueves no es obligatorio llevar el cubrebocas en la vía pública, si bien su uso está recomendado en caso de aglomeraciones. También a partir de este jueves no será obligatorio llevar mascarilla en los patios de los colegios.
Es una de las medidas de desescalada de esta sexta ola que, tras la llegada de la variante ómicron, más leve y más contagiosa, bien podría ser definitiva.
Las autoridades empiezan a desescalar de nuevo y ya se habla de la retirada del pasaporte COVID en restauración y lugares de ocio.
Las cifras siguen siendo altas pero no son para menos pues la bajada de incidencia se mantiene ya desde hace tres semanas. También se esponjan los hospitales, donde estaban puestas todas las miradas. Este miércoles había 404 personas ingresadas (80 en Ibiza) de las que 61 ocupaban una cama de críticos, dos menos que el día anterior. En el caso de las Pitiusas, hay ocho pacientes en las UCI de Can Misses y Policlínica Nuestra Señora del Rosario.
Por otra parte no se notificaron nuevos fallecimientos en las Islas, por lo que se mantiene en 1.166 la cifra de personas que han perdido la vida a causa de la pandemia.
La positividad de los test diagnósticos realizados bajó ayer al 18,37 %, si bien la media de la última semana se sitúa todavía en un 22,3 %.