Más proyectos y más inversión. El año 2021 fue positivo para la construcción, conforme a los datos presentados este lunes por la presidenta de la demarcación de Ibiza y Formentera del Colegio Oficial de Arquitecto de las Illes Balears (COAIB), Carmen Navas-Parejo.
En 2021 el colegio de arquitectos visó 552 proyectos de obra, un 3 % más que en 2020 y un 5 % por encima de los datos de 2019. Unas obras que suponen una inversión de 251 millones de euros, un 42 % más que en 2020 y un 20% más que el año anterior al inicio de la pandemia.
El incremento en la inversión estuvo fundamentalmente impulsado por las obras y reformas hoteleras. La industria turística dedicó 89 millones de euros, un 281 % más que el año pasado y el máximo histórico por parte del sector. Las inversiones en hoteles suponen un tercio del total del presupuesto de los proyectos visados de 2021.
El motivo de un presupuesto tan elevado para un total de 37 proyectos (pero «centrado en tres o cuatro proyectos», según concretó la presidenta de los arquitectos) hay que buscarlo en la Ley 2/2020 de medidas urgentes y extraordinarias para el impulso de la actividad económica y la simplificación administrativa. El texto permitía las ampliaciones de hasta un 15 % de los hoteles que no supusieran incremento de plazas si suponían mejoras medioambientales y de eficiencia energética. La fecha límite para presentar estos proyectos era el 31 de diciembre de 2021.
En cuanto al resto del presupuesto, la vivienda supuso 152 millones de euros, con lo cual mantendría los números de los últimos años ( 5% más que en 2020 y un 2% menos que en 2019), mientras el presupuesto en el resto de categorías contempladas (comerciales, sanitarias, anexos, deportivas y docentes) desciende.
La construcción de vivienda fue, por tanto, el principal motor de la construcción en las Pitiusas. Si la sumamos a la inversión dedicada al turismo tenemos un 96 % del total de proyectos visados en las Pitiusas.
En cuanto a la superficie que abarcaron todos los proyectos, entre reformas y obra nueva, fue de 332.142 metros cuadrados, principalmente destinados a vivienda (208.000 m2) y obras turísticas (103.000 m²).
Con estas cifras, Navas-Parejo hizo notar que la tendencia del sector es ascendente. «Tuvimos un pico de actividad en 2015, con 1.007 proyectos, que fue motivado por la disposición transitoria décima de la LOUS, que tuvo un efecto avalancha en el visado de proyectos de legalización. Desde entonces la tendencia fue a la baja hasta 2019, que fue el valor más bajo de la serie con 528».
Retraso de licencias
Desde el Colegio de Arquitectos manifestaron su voluntad de trabajar en la agilización de expedientes en los ayuntamientos. Para ello las tres demarcaciones están haciendo estudios a través de los datos facilitados por la administración para intentar solucionar el problema existente en Baleares y particularmente en las Pitiusas.
«Necesitamos que se cumplan los plazos y que la normativa sea clara. Existe una inseguridad jurídica con el exceso de normativa y la diversidad de interpretación y el retraso que suponen los informes sectoriales. En 2018 se hizo un estudio dentro del colegio para determinar el tiempo medio de tramitación de los expedientes que se situó en los 28 meses en Ibiza. El más elevado de Baleares. La situación ha empeorado estos años», alertó la presidenta de la demarcación.
Es por ello que solicitó un incremento de las plantillas dedicadas a Urbanismo, fomentar la homogeneización de criterios a la hora de interpretar una misma normativa, la simplificación de las normas, fomentar la administración electrónica y una mayor transparencia en el proceso de revisión de los expedientes.
Las propias demarcaciones han creado departamentos destinados a recopilar y refundir la normativa para facilitar la actividad a los asociados. Unos documentos que se pondrán a disposición de los ayuntamientos para que estudien futuras mejoras en los textos jurídicos.