El 17 de febrero el programa Saber y Ganar cumplió 25 años emitiéndose en RTVE de forma ininterrumpida. Más allá de las bromas recurrentes sobre el estado físico o la edad de su presentador Jordi Hurtado lo cierto es que se trata de un hecho sin precedentes en nuestra televisión. 4.000 horas de emisión y 450.000 preguntas realizadas y respondidas no se consiguen fácilmente convirtiendo al programa en un referente mundial.
Uno de los mejores concursantes que han pasado por Saber y Ganar es el cántabro nacido en Reinosa pero afincado en Ibiza desde 1979, José Avelino Rojo. De hecho, participó en tres ocasiones, la primera en 2012, la segunda en 2013 cuando fue llamado como «magnífico» y la última en 2017 cuando el programa comenzó a emitirse los fines de semana.
Con una memoria prodigiosa que le llevó a responder todo tipo de preguntas aún recuerda como si fuera ayer como comenzó todo. «Yo veía el programa desde casa con mi hija Alejandra después de comer y cuando respondía alguna pregunta y la acertaba ella me picaba sanamente diciéndome que no iba a ser capaz de hacerlo en el plató así que un día decidí mandar mis datos a la productora por correo ordinario porque en aquel entonces no había Internet».
Lo hizo, según confesó a Periódico de Ibiza y Formentera sin muchas pretensiones pero cuando ya pensaba que se habían olvidado de él le llamaron. «Había pasado ya mucho tiempo y me cogió muy de sorpresa porque primero me enviaron un correo para decirme que no se habían olvidado de mí y porque dos semanas después me llamaron por teléfono para hacerme un pequeño test de unas 20 preguntas muy sencillas y elementales y finalmente, a la semana siguiente me comunicaron que había sido seleccionado, junto cuando estaba haciendo el Camino de Santiago».
Además, salvo su hija Alejandra, nadie de su familia sabía que se había escrito a la productora hasta el momento en el que tuvo que viajar hasta Barcelona para grabar el programa. Un proceso que Rojo recuerda como muy intenso pero también como muy gratificante y enriquecedor. «Es cierto que es muy cansado porque al final grabas martes y miércoles tres programas por la mañana y tres por la tarde todos seguidos, desde las 08,00 a las 21.00 horas con apenas tiempo para nada más que para cambiarte la camisa y comer algo al medio día pero me lo pasé muy bien porque conocí a gente maravillosa y porque mi paso por el programa me cambió para siempre».
«Siempre dando ánimos»
En este sentido, aún recuerda como el presentador Jordi Hurtado le insistía mucho en que lo más importante es la concentración y que el primer programa de la mañana siempre era el mejor «porque llegas despierto y descansado» y los más difíciles el de después de comer «porque llegas arrastrando la comida y la siesta» y el último «porque ya vas muy cansado tras tantas horas de rodaje».
Sobre la personalidad del mítico presentador José Avelino Rojo lo tiene muy claro. «Desde que participé mucha gente me hace la misma pregunta y siempre digo lo mismo, es una persona magnífica, que siempre está intentando rebajar la tensión, que te ayuda mucho y que no tiene problemas en venir a hablar con los concursantes entre parón y parón pero que, sobre todo, es alguien tremendamente divertido».
En su primera participación este ibicenco de adopción que trabaja para la empresa familiar Frutas La Palentina aguantó 27 programas y después seis más como «magnífico», consiguiendo un total de 18.000 euros. No está nada mal para un concursante al que le encantaba la fase del reto, llegando a superarla hasta en siete veces, un auténtico récord.
«Me siento muy orgulloso por todo lo que logré porque cuando llegué por primera vez al plató de Barcelona mi único objetivo era que no me echaran al primer programa y porque conseguí aguantar más de lo que jamás hubiera pensado teniendo en cuenta que yo era el único de mis compañeros que no tenía ninguna carrera y que la mayor parte de las cosas que se las he aprendido a base de leer mucho, sobre todos los diarios».
Llevó un flaó al plató
Según confirmó en una entrevista a La Nueva España en 2012 José Avelino llevó un flaó al plató del programa pero aunque a todo el equipo les encantó le recomendaron que no lo hiciera argumentando que «llevarles cosas era gafe».