La lucha de Antònia Maria Cirer por la preservación de las lagartijas ibicencas comienza a dar sus frutos. Así se pudo comprobar ayer con la presentación del primer reservorio creado para estos reptiles en Puig des Molins. Un espacio en el que, gracias a diversas instituciones, podrán vivir y reproducirse sin el riesgo de depredación que suponen ahora mismo las serpientes en el resto de la isla.
Cirer, a través de la plataforma SOS Sargantanes, ha logrado poner de acuerdo al Govern, al Consell y al Ayuntamiento de Ibiza para la puesta en marcha de este espacio, en la que también participan el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, la UIB y, en el futuro y si así lo aceptan sus gestores, el Parador del Castillo. La idea partió de un grupo de alumnos del FP del centro de Can Marines, dirigido por Pepita Costa.
«Valor autóctono indiscutible»
Durante la presentación del proyecto, que tuvo lugar en el Consell d'Eivissa, Cirer dejó claro que esta es una «actuación de conservación preventiva». «Se trata», añadió, «de que no desaparezca lo que ya tenemos». La profesora, experta en estos reptiles, señaló que «el valor autóctono» de las sargantanes «es indiscutible». Recordó que esta especie es fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas de Ibiza y sus islotes y que, entre sus peculiaridades, se encuentra la de ser «uno de los grandes ejemplos de cómo funcionan la evolución y la adaptación».
Pero, las lagartijas, además, forman parte de la idiosincrasia de la isla. Así, señaló Cirer, se han convertido en un «icono cultural»que conecta el pasado de Ibiza con su presente y futuro. «Son un icono de la mayor parte de la actividad cultural de Ibiza», afirmó, «y son la imagen de la forma que tenemos los ibicencos de ver la vida».
Este sorprendente animal, sin embargo, está hoy en peligro por culpa de la invasión de serpientes. Una situación que ha llevado a expertos como Cirer a poner en marcha diversas iniciativas con el fin de evitar la desaparición de esta especie. «La serpiente es un depredador muy efectivo» que «compite con las sargantanas por los refugios», recordó Cirer. Además, mientras que una familia de sargantanas es capaz de poner un solo huevo al año, las serpientes multiplican por 10 esa cantidad. De ahí que sea «urgente» tomar medidas.
Puig des Molins es, a juicio de Cirer, el lugar perfecto para la creación de un reservorio genético que permita que las sargantanas se mantengan en la isla. Se trata de una ubicación protegida de las serpientes por una «corona urbana» y en la que, además, es fácil para los ciudadanos observar a estos animales. En estos momentos tiene «una gran densidad» de lagartijas y el hecho de que sea un lugar de titularidad pública garantiza en cierta medida la continuidad del proyecto.
«Es el lugar ideal», aseguró Cirer, «el mejor actor custodio para la reserva». Un espacio que, además, permanece inalterado «desde tiempos inmemorables» y la misma ubicación que tiene el Museo Arqueológico, «custodio de los grandes valores de la Ibiza púnica».
La presentación del proyecto da una idea de la importancia del mismo. Además de la propia Cirer y de Pepita Costa, asistieron el presidente del Consell, Vicent Marí; el conseller insular de Medio Ambiente, Vicent Roig; el director general de FP del Govern, Antonio Baos; el concejal de Medio Ambiente de Vila, Jordi Salewski, entre otros. Y es que, en palabras de María Antonia Cirer, la protección de las sargantanas debe ser «un proyecto de toda la sociedad civil».
El apunte
Vicent Roig: «El coste es mínimo porque se trata de crear un símbolo»
El conseller de Medio Ambiente, Vicent Roig, restó ayer importancia al coste económico del proyecto porque «es mínimo». «Lo importante», añadió, «es crear un símbolo de la protección de la sargantana».
Roig subrayó que el objetivo de este reservorio será «conservar» esta especie y «ayudar a proteger e incrementar su población». «Hay que mantener intacto ese especio para que la sargantana pueda vivir y reproducirse sin medio a actores externos», añadió Roig.
La directora de Can Marines, Pepita Costa, destacó, por su parte, la importancia de que hayan sido alumnos de FP los que hayan tenido la idea, mientras que el concejal Jordi Salewski reafirmó la «total colaboración» del Consistorio en este proyecto.