El presidente de la Asociación de Panaderos y Pasteleros de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (PIMEEF), Gonzalo González, no ocultó ayer su preocupación por los problemas actuales de su sector. Por lo menos, en su negocio, no han sufrido la falta de materias primas debido a las protestas de los transportistas en la Península. «Otra cosa diferente es que algunos productos se hayan retrasado. Es el caso de los lácteos, entre otros. Ningún compañero me ha comunicado haber sufrido desabastecimiento de alguna materia prima», manifestó González.
Este empresario, que gestiona la conocida pastelería La Canela en la ciudad de Ibiza, recordó que, siendo previsor, antes de los paros hizo acopio de algunos productos para evitar complicaciones. «Si trabajáramos al día, sí hubiéramos sufrido incidencias», insistió.
González reconoció que en los últimos días ya se habría agilizado la llegada de mercancías y «parece que la actividad se ha reanudado».
Harinas más caras
Pero, sin duda, lo que más preocupa a los panaderos y pasteleros de las Pitiusas es el encarecimiento de las materias primas y cómo poder repercutirlo sin perjudicar a los consumidores. Sobre ello, González aseguró que algunas empresas se han visto obligadas en estos últimos días a subir precios. Quienes no lo han hecho ya, se verán forzados a hacerlo en breve, según consideró el presidente. «El coste de la energía ha subido de una forma tremenda, con facturas que casi se han duplicado. Además, las harinas llevan subiendo desde agosto del pasado año, y no ahora por la guerra», lamentó González.
Si las harinas podían encarecerse antes tres o cuatro céntimos al mes, en las últimas semanas su precio por kilo ha subido hasta casi 10 céntimos.
También se ha disparado el coste de grasas, como las natas, y la subida de otra materia básica para el sector como son los huevos, es algo que deja sin palabras a estos empresarios. «No ha doblado el precio, pero falta muy poco», señaló.
«Sobre las harinas, empezaron a subir y nos decían que era por la escasez o por los elevados costes de producción, sobre todo por la energía. Hace ya meses y entonces no había guerra. Eran excusas y nos han vuelto a avisar de que, a comienzos de abril, vuelven a encarecerse», puntualizó. Para la patronal, es una situación complicada puesto que «lo último que uno quiere es subir precios y repercutir todos estos incrementos en el cliente». «No he subido precios aún, pero ya tengo que replanteármelo», concluyó.
Luis Riera, del Forn Can Coves, destacó que algunos proveedores ya les han advertido sobre la posible falta del aceite de girasol. En relación al resto, principalmente en cuanto a las harinas, por ahora el suministro está garantizado. El paro de los transportistas ha provocado a esta empresa «algún pequeño retraso» a la hora de recibir determinados productos. En este horno no han subido precios, pero Riera reconoció que están en negociaciones con clientes para cambiarlos: «Ha subido todo mucho, sobre todo, la harina. El trigo ha subido un 30% el trigo y otras materias hasta un 40%. En cuanto a los suministros, utilizamos propano en alguno de nuestros hornos y su coste se ha incrementado en más de un 40%».
Esta empresa todavía no ha calculado qué subida podrá aplicar a sus productos: «Si tuviéramos que repercutir todo, el incremento sería de más del 10%, aunque no lo subiremos tanto. Veremos si es una situación temporal o no».
Riera destacó que en su negocio estas semanas no ha bajado la clientela, aunque están vendiendo productos más esenciales y no tanto dulce puesto que la gente mira más los gastos.
En términos similares se pronunciaron desde la Panadería Gatzara, destacando que el precio de los huevos prácticamente se ha quintuplicado desde comienzos de año. También las harinas o el aceite de girasol se han encarecido para estos panaderos.
«Incluso un proveedor nos dijo un precio del aceite y poco rato después nos llamó y nos dijo que la garrafa ya sabía subido 3 euros», lamentaron. Según consideraron también, la situación no solo es consecuencia del conflicto bélico, sino que «viene de lejos».
«Nosotros subimos los precios en febrero un 5% y no los habíamos incrementado desde hacía tres años. Sin duda, no está cubriendo la subida que estamos teniendo en cuanto a materias primas o carburantes. Te da miedo porque, al final, no quieres perjudicar al cliente final, pero si no cubrimos los gastos, habrá que planteárselo», explicaron también.
En su caso, han podido comprobar cómo la gente no está consumiendo tanto, visto en estas semanas el número de abonos de devoluciones de pan de sus clientes. «El consumo está bastante contenido», destacaron.
Desde Bonanza, sus responsables también lamentaron que algunas de las materias primas han subido hasta dos veces en los últimos meses. Además recordaron cómo la carne se les ha encarecido un 20%.
«Tuvimos que subir precios a comienzos de año y deberíamos volver a subirlos, aunque de momento no lo vamos a hacer. Preocupa que siga encareciéndose todo porque llegará un punto en que la gente no podrá hacer la compra», concluyeron.