Los mayores de Ibiza volvieron ayer a vivir una de las tradiciones más esperadas durante la feria Eivissa Medieval, su paseo matinal por el casco histórico de la isla.
Desde las 10.00 horas, varios autobuses llegados desde las cinco residencias de Ibiza, estacionaron cerca del Monumento a los Corsarios para que estas personas, acompañadas por decenas de voluntarios, empezaran su recorrido por la zona más llana de Dalt Vila.
Recorrido
Un itinerario que albergó, entre otros rincones, los puestos del Mercat Vell y la calle de las farmacias. Según Marga Delgado, una de las voluntarias de ‘Feim Voluntariat', esta actividad significó mucho para ellos.
«Están felices. Han pasado dos años muy duros a causa de la pandemia y necesitaban vivir de nuevo esta tradición», destacó esta mujer mientras le colocaba a Julián Martínez, uno de los ancianos de la residencia Can Blai, un gorro en la cabeza por los efectos del sol. Este hombre, acompañado por la voluntaria Olga, se mostró radiante durante toda la travesía. En total, más de 100 personas mayores, con un voluntario cada una, recorrieron con satisfacción las callejuelas del casco histórico de Ibiza. Una jornada que culminó con un gran pasacalles medieval en la Marina. En este sentido, los actores que formaron parte del espectáculo, Bufón Trasto y Pifias, señalaron a Periódico de Ibiza y Formentera que actuar para las personas mayores es una «experiencia increíble». Por su parte, la mediadora intercultural del Ayuntamiento, Carmen Noguera, que estuvo en todo momento pendiente de cualquier contratiempo, señaló que la participación solidaria de todos los voluntarios fue sido un «éxito».
Asimismo, la concejala de Bienestar Social de Ibiza, Carmen Boned, agradeció la colaboración de todos los asistentes y destacó que la entidad Cruz Roja les cedió varios autocares para el traslado de las residencias, hogar de estas personas mayores, a la Marina, el punto de encuentro de esta gran jornada medieval.