El alcalde de Ibiza, el socialista Rafa Ruiz, restó este lunes importancia a la denuncia conjunta firmada por los sindicatos CSIF, Comisiones Obreras y SPPME sobre la paralización de diferentes procesos de negociación en el Consistorio y que afectan directamente a los casi 500 empleados de la institución. Ruiz señaló que el comunicado emitido por estos sindicatos lo entiende como una estrategia «dentro de una situación de negociación». «Cada uno utiliza los medios que cree convenientes», añadió.
El socialista sí mostró su sorpresa por la actitud de los sindicalistas pues, aseguró, «cuando gobiernan otros, no hay tanta negociación ni tanta exigencia». En este sentido, Rafa Ruiz subrayó que las negociaciones para mejorar las condiciones del personal del Consistorio siguen adelante y puso como ejemplo las que se están llevando a cabo para la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Un acuerdo que, aseguró, «está en vías de trabajarse y de mejorarse». Ruiz recordó que, además, el Consistorio dio luz verde recientemente al Pacto de Funcionarios, «que hacía 10 años que no se firmaba». «Ellos saben», dijo en referencia a los autores del comunicado, «que este equipo de Gobierno siempre ha intentado mejorar las condiciones de los trabajadores».
Falta de comunicación
Sobre las dificultades denunciadas por los sindicatos para ser atendidos por el primer edil, Ruiz afirmó que la semana pasada estuvo reunido con el secretario general de UGT, central sindical que no ha rubricado la denuncia conjunta. Pero también manifestó que días atrás estuvo «con una de las representantes sindicales que ha firmado esa queja». «Siempre que me pidan cita», aseguró, «ahí estaré». Pero también manifestó que, de momento, nadie le ha «pedido ninguna reunión». «Cuando pidan cita con este alcalde» abundó Ruiz, «este alcalde les dará cita en un tiempo prudencial».
Los sindicatos denunciaron, por otro lado, que el Gobierno municipal ha colocado a un cargo de confianza al frente del departamento de Recursos Humanos. Algo que Ruiz negó, explicando que se trata de «un director de Recursos Humanos». Una figura que, añadió, es necesaria en consistorios de municipios de más de 50.000 habitantes. El socialista, además, explicó que, con este nombramiento, el departamento «funciona mucho mejor de lo que ha funcionado incluso en otros gobiernos» en los que de los que él ha formado parte. «No es un cargo de confianza», insistió, «hay que saber diferenciar los cargos de confianza de laque son otros tipos de nombramientos». Y añadió: «Se ha dado un salto de calidad, aunque entiendo que haya gente que no lo ve así», concluyó.
El apunte
Un cargo de confianza como «barrera» entre los sindicalistas y los políticos
Gisela RevellesLos sindicatos CSIF, Comisiones Obreras y SPPME criticaron con dureza días atrás la decisión del Gobierno de Ruiz de nombrar a un «cargo de confianza» como responsable del departamento de Recursos Humanos del Ayuntamiento. Un nombramiento que los sindicalistas entienden como una «barrera» entre los trabajadores y los políticos. Además, indicaron que, en estos momentos, Recursos Humanos «parece un departamento sin nadie al mando».
Sobre esta cuestión, pusieron como ejemplo la paralización de los procesos de selección de personal, tanto las oposiciones como las bolsas de trabajo. Sobre la RPT, aseguraron que las negociaciones están «paradas». Lo mismo que las negociaciones para la mejora de las condiciones laborales de los empleados. A esto añadieron que no existen actas de los encuentros que se han mantenido y que el Gobierno municipal deja sin responder las peticiones de los trabajadores.