Fatma Omarova. Apunten ese nombre porque seguro que dará que hablar durante los próximos años en el mundo de la moda. De momento, la joven ya ha dado el primer paso convirtiéndose este viernes por la noche en la nueva ganadora del concurso Futur Adlib, que premia a las mejores promesas relacionadas con este mundo y con el sello Adlib Ibiza.
Sin embargo, la gala de este viernes, que comenzó con retraso mientras se esperaba a que las últimas autoridades y representantes políticos ocuparan su lugar, será recordada por el año en el que las estudiantes de la Escola d'Art dejaron a todos con la boca abierta.
Como es habitual tuvieron que cerrar Futur Adlib y su puesta en escena fue sencillamente espectacular. La colección La ceremonia del té, creada por las estudiantes de 2º de Modelismo de Indumentaria Covadonga Arroyo Franco, Delfina Federica Cribelli, Irene Montoro Gallego, Mario Tur Rodríguez y Sara Harto Rojas, fue brillante y muy bien confeccionada con volúmenes de formas redondeadas y muy visuales, complementos atrevidos y llenos de simbología y colores lisos, estampados, brillantes y pasteles, pero realmente lo que la hizo más especial fue la actuación de Larisa Ferescu que, vestida como el personaje ‘El Sombrerero Loco' de Alicia en el País de las Maravillas dejó a todo el mundo con la boca abierta cantando en directo un fragmento de la ópera Carmen.
‘Fragància d'Eivissa'
Éste fue sin duda el momento más especial de un concurso que se prolongó durante una hora y que proclamó ganadora a Fatma Omarova. Esta estudiante de la Escola Atelier de Disseny de Moda de Barcelona, que apenas lleva un año en el mundo de la moda, conquistó al jurado compuesto por los diseñadores Nicolás Montenegro, Luis Ferrer, Melania Piris, Ivanna Mestres, Rebeca Miguel, como representante del Consell d'Eivissa, Olga Torres, Eulàlia Juan, con su colección Fragància d'Eivissa.
Una propuesta inspirada en la naturaleza, las flores y los olores que desprende la isla de Ibiza pero también en sus campos silvestres, en la serenidad de su paz, en el atardecer y en sus puestas de sol. Todo ello con una serie de prendas elaboradas a base de algodones, linos transparentes y fluidos combinados con encajes y arpillera.
«En el fondo de mi corazón había algo que me decía que podía ganar este gran premio porque llevamos mucho tiempo trabajando pero ha sido una gran sorpresa ya que apenas llevo un año en la moda», explicó al terminar la ganadora visiblemente nerviosa. Tanto que aún no sabía muy bien cómo iba a gestionar los 2.500 euros del premio. «No lo tengo muy claro la verdad;tal vez a mejorar la maquinaria del taller o a otras cosas pero de momento solo quiero disfrutar tras cuatro semanas de intenso trabajo».
Otros cinco finalistas
El concurso, presentado por la periodista Elena Gregori, vestida de Ivanna Mestres en su homenaje a los 10 años que cumple en la Pasarela Adlib, también sirvió para ver el gran nivel del resto de finalistas que también recibieron 750 euros solo por participar.
La primera en mostrar sus creaciones fue la única representante de Ibiza en este Futur Adlib 2022.La argentina Bahía Arellano Janzen deslumbró con Baal & Baalit, una colección compuesta por prendas elaboradas con tejidos de gran calidad. Residente en Ibiza desde 2001 y miembro del equipo de Virginia Vald, apostó por vestidos inspirados en las costumbres ibicencas, los fenicios, el folklore de la isla y en la libertad que había cuando llegaron los primeros hippies en los años 60 y todo ello con complementos artesanales de inspiración marina y pedrería cosida a mano que simulaban la emprendada ibicenca y bordados con motivos florales y naturales.
La segunda colección fue Salines de Caterina Pascual Cladera. La mallorquina de 27 años residente en Madrid y con amplia experiencia, incluyendo su participación el año pasado en este mismo concurso, mostró propuestas para concienciar sobre el problema del medio ambiente en Baleares, y sobre la pérdida de arena de las playas.
Todo ello, con una clara inspiración en una de las playas más famosas de Ibiza, ses Salines, texturas variadas, colores crema y una técnica patchwork que recreaba el conjunto de piedras, rocas y desechos marinos de la orilla.
La cuarta y justo después de la ganadora fue la mallorquina de Lloseta Mª Magdalena Niell Llobera con su colección Tierra Blanca. Una propuesta con la que esta joven heredera de un negocio familiar de calzado artesano que estudia en Mallorca sorprendió a todos con propuestas inspiradas directamente en la historia de la moda pagesa y en los libros y películas de Jane Austen elaborados en materiales como el algodón, el lino o la glasilla para aportar un llamativo color muy parecido al de la piedra marés.
La penúltima propuesta fue la más sorprendente del concurso. Cristina Rodríguez García arriesgó muchísimo con Tex nº 27, inspirada en el «auténtico espíritu artístico de la isla que proponen sus artesanos» y con piezas amplias y voluminosas en colores blancos y beiges, elaboradas en tul, sarga, waffel, lamé y el piqué ojo de perdiz .
Finalmente, la terna de candidatos la cerró Reliquias de familia de Margalida Cifre Rotger, otra de las mallorquinas a concurso. En este caso, la joven de 21 años residente en Inca y estudiante de 4º de Diseño de moda en la Escola d'Art i Superior de les Illes Balears, mostró vestidos que también recordaron a los que tradicionalmente usaban las payesas de finales del siglo XVIII pero con toques modernos a base de ganchillo y tejidos recuperados como paño o algodón.
Momento emotivo
Fuera de concurso, y mientras el jurado deliberaba, llegó el momento emotivo de esta edición. Fue gracias a Arnau Jorba, ganador en la edición del año pasado, y su colección Gradiva. Al igual que en 2021 en el Far de ses Coves Blanques de Sant Antoni conquistó al público demostrando que a sus 24 años tiene un gran futuro por delante.Sus seis propuestas de rasgos elegantes, camisas y pantalones irregulares y cuellos y cinturillas alargadas y plisados inspirados directamente «en el arte y la vida de Salvador Dalí con recuerdos personales y colores como el blanco, negro y rojo» fueron espectaculares.
Sin embargo, luego llegó la Escola d'Art y su ‘Sombrerero Loco' y lo cambió todo dejando una colección y una actuación para la historia.