Un año después de que Sant Josep apostara por la movilidad urbana con la creación de un carril bici en Sant Jordi, algunos vecinos y comerciantes de la zona siguen denunciando este proyecto municipal que vio la luz en mayo de este año. Según Juanjo Cardona, uno de los afectados por esta vía y propietario del Restaurante Cardona, ubicado en la calle de les Escoles Noves, ha recogido alrededor de 2.000 firmas en contra de esta iniciativa.
«Cuando tenga todas las quejas, voy a presentar este documento ante el Defensor del Pueblo porque en el Ayuntamiento de Sant Josep nos hacen caso omiso a nuestras peticiones», subrayó Cardona indignado a las puertas de su local mientras explicaba a Periódico de Ibiza y Formentera de qué manera esta vía ciclista está afectando a su productividad laboral.
«No descarto denunciar al Gobierno local por esta situación. Encima ahora desde el Ayuntamiento quieren comenzar la segunda fase de la construcción de esta red de carriles bici», puntualizó.
Perjuicios
Según este empresario, el proyecto le ha perjudicado mucho laboralmente. «Las cajas me han bajado un 70 % y he tenido que despedir a seis empleados para poder mantener el local abierto», explicó resignado. Señaló contrariado que la habilitación de esta vía ciclista y, por ende, la eliminación de un carril de salida en la avenida Vicent Serra, ha generado que varios clientes potenciales «pasen de largo el bar» para no tener que dar una vuelta completa a la zona con el objetivo de aparcar.
Cabe recordar que este carril bici conecta la zona deportiva de Can Guerxo y los colegios de la zona con el centro del pueblo. Una iniciativa que convirtió la avenida Vicent Serra en una calle de sentido único.
Con esta ejecución también se invirtió el sentido de circulación de las calles de las Monges y del Pigre Gris para favorecer la fluidez del tráfico en el centro de Sant Jordi.
Este cambio en la movilidad urbana del pueblo supuso que los vecinos y comerciantes de la zona criticaran esta apuesta municipal por el caos circulatorio que ocasionó, durante días, la falta de información sobre esta implantación. Unas quejas que, según Cardona, ha conseguido trasladar a modo de recogida de firmas. «La falta de aparcamiento que implica este carril afecta a muchos vecinos y también a restaurantes de la zona como Can Tommy o Can Sala», subrayó el propietario del bar Cardona.
En este sentido, José Guasch de Can Sala señaló a este medio que es cierto que las quejas sonaron con mucha fuerza en el momento de la implantación de este carril bici. «Se generó mucha confusión a la hora de circular. Había gente que circulaba en dirección prohibida por la falta de información municipal. Con el paso de los días, parece que la gente se ha relajado un poco», subrayó Guasch.
«Es una necesidad»
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep se mostraron ayer tranquilos una vez fueron conocedores de esta recogida de firmas.
En este sentido, según fuentes municipales, esta habilitación fue «una necesidad, no un capricho». Asimismo adelantaron que no ponen en duda que esté ocasionado un perjuicio puntual, pero defendieron que este proyecto está respaldado por el 85% de la ciudadanía de Sant Jordi. «No hay trastorno respecto a la movilidad urbana y el carril tiene un uso diario. Funciona muy bien», subrayaron.
«Fue una demanda surgida de los representados escolares en el plenario municipal infantil y juvenil», subrayaron. Además, explicaron que esta iniciativa se expuso en los centros públicos por los que transcurre este vial y en las Oficinas Municipales de Sant Jordi, donde también se dispuso una urna para que los vecinos pudiesen opinar sobre esta actuación.
En esta línea, dichas fuentes aseguraron que este carril permite circular entre la zona escolar y deportiva de Can Guerxo y el centro de Sant Jordi, comunicando las escuelas de Can Guerxo, CC Virgen Mare de Déu de les Neus y el CEIP Sant Jordi, pasando por la plaza del pueblo.
Por su parte, subrayaron que la segunda fase de la construcción de esta red de carriles bici está cerca de ser una realidad en Sant Jordi. Un proyecto que se extenderá hasta la zona de Can Raspalls, que alberga varios centros educativos y asistenciales, y comunicará con el municipio de Vila.