Mareos, calambres musculares, vómitos... Todos ellos son síntomas de lo que no es más que la fase previa de un golpe de calor. «En realidad pasa cuando se produce una disminución del nivel de conciencia, porque el organismo ha perdido la capacidad de regular la temperatura y los mecanismos del cuerpo para compensar fallan, es habitual que la piel no sude», explica la médico asistencial del 061, Marta Sansegundo.
La temperatura corporal puede llegar a los 40 grados «es una patología bastante grave y normalmente tener que ingresar en una UCI», señala la especialista. Y este año, pese a que ya ha habido dos olas de calor, todavía no se ha registrado ninguna caso en Urgencias hospitalarias, que son de declaración obligada por parte de Epidemiología.
La labor de los sanitarios pasa por «intubar al paciente e intentar enfriarlo con medidas físicas». Se le aplica suero frío y se mojan paños, que deben frotarse contra el cuerpo para hidratarlo y enfriarlo cuanto antes. «En las ambulancias ponemos el aire acondicionado fuerte y hay mantas conectadas a frío. Hay que recuperar la temperatura del cuerpo porque ha perdido la capacidad de enfriarse», explica la doctora Sansegundo.
Y es que un golpe de calor puede llevar a problemas renales, cardiovasculares o neurológicos, ya que afecta a distintos órganos. Tanto es así que el viernes pasado el Instituto de Salud Carlos III informó de que habrían fallecido en España 360 personas por este motivo, solo entre el 10 y el 15 de julio.
Si alguien se encuentra con cerca de un posible caso de golpe de calor, hay una serie de consejos que puede empezar a seguir mientras se llama al 061. «Lo primero que hay que hacer es tumbar a esa persona a la sombra y, si tienen a mano agua, mojar un paño para poder bajarle la temperatura. Además es conveniente ponerle de lado», explica la doctora.
Las imprudencias más habituales que se han visto desde este servicio sanitario en las Islas, cuando hay puntas de calor, están relacionadas con personas que se han puesto a hacer ejercicio en horas punta o bien gente que, «después de beber alcohol se quedan dormidos al sol mucho tiempo». Así pues, el hecho de que haya olas de calor no es tan determinante como ser cauto en las horas en las que más pega el sol.
La previsión
Aemet Baleares mantiene para el día de hoy la alerta amarilla en las Pitiusas por altas temperaturas, después de alcanzarse los 37 grados este pasado domingo.