Tres años después, la noche de Sant Ciriac volvió a iluminarse y a retronar en honor a las Festes de la Terra con un espectacular castillo de fuegos artificiales lanzados desde el Muro del Puerto de Ibiza.
Un espectáculo pirotécnico que convocó a miles de personas desde el puerto de Vila hasta Botafoch. Dejando atrás los dos últimos años de abstinencia para evitar aglomeraciones durante la pandemia, el público pudo disfrutar, a partir de la media noche, de 15 minutos de espectáculo de fuego, color y estruendo.
Un castillo de fuegos artificiales de 600 kilos de peso en pólvora y de toneladas de ilusión. En el espectáculo se pudieron disfrutar de hasta 32 figuras, entre las que se encontraron las típicas ‘palmeras', así como de momentos en los que los sonidos de la pólvora a base de silbidos y truenos disputaron el protagonismo al color. La empresa valenciana Pirotecnia del Mediterráneo fue la encargada del espectáculo.