El fin de semana pasado se celebró el XXII concurso de cortadores de jamón de Monesterio ‘Cuchillo de Oro'. Es el concurso más longevo de cortadores de jamón, uno de los más prestigiosos por toda su trayectoria. En este concurso, mi compañero y amigo Desiderio Sebastián gano el cuchillo de plata. A él, le dedico la receta de esta semana. Se suele decir que ‘del cerdo me gustan hasta los andares' y yo añadiría ‘y sobre todo con lo que camina'. El jamón ibérico de bellota, el dios supremo de nuestro particular cielo gastronómico, también ha sido llamado ‘oro graso' y ‘aristócrata de la chacinería ibérica'.
En la cocina, además, existe una regla de oro: a mayor calidad de materia prima, mayor calidad del producto final. Y si elaboramos un plato con el mejor jamón del mundo tendremos en el plato los más deliciosos sabores imaginables.
Ingredientes para 4 personas
- Ocho huevos frescos, si es posible de gallinas libres
- 400 gramos de bacalao desalado
- Dos cebolletas frescas
- Un pimiento verde
- Aceite de oliva virgen extra
- Jamón ibérico
- Perejil picado
Elaboración
- Picar en juliana las cebolletas frescas y el pimiento verde. En una sartén y con una gota de aceite, rehogar la juliana de cebolletas y pimiento, añadir una pizca de sal y dejar que se pochen.
- Desmigar el bacalao desalado en tiras, quitando las espinas que pudiera tener. Añadirlo sobre las verduras que se están rehogando, dejando que se cueza durante unos dos minutos.
- Batir los huevos y mezclarlos con el bacalao y las verduras bien rehogadas. En una sartén bien caliente, colocar unas gotas de aceite y añadir la mezcla anterior, dándole vueltas con un palo de madera; de esta forma el huevo va cuajando de manera uniforme.
- Una vez cuajado el revuelto, pero mientras aun esta jugoso, colocar en el medio de los platos, sobre el jamón. Decorar con un poco de perejil picado.
- Tiempo de preparación: aprox. 20 minutos