Si habitualmente los sindicatos en Educación comenzaban el curso escolar preocupados por la falta de infraestructuras o por las dificultades sobrevenidas para cubrir todas las plantillas, en esta ocasión el inicio del año lectivo se les va a complicar también por la obligación de adaptarse a los nuevos currículums aprobados recientemente.
Desde el sindicato STEI en Ibiza y Formentera así lo reconoció Pere Lomas, quien expresó cierta preocupación a la hora de poder «iniciar un curso con la normalidad que se requiere» y todo debido a los nuevos currículums que modifican la labor docente y que deben ser implementados durante estos días, a pesar de haberse aprobado en agosto.
Cambio de método
«Los centros deben cambiar su metodología y es un trabajo extra muy importante», puntualizó Lomas, recordando que ya en los últimos cursos, y debido a la pandemia, los docentes han tenido que aplicar continuos cambios en sus planes educativos. «De nuevo, esta situación provocará un sobreesfuerzo al profesorado para poder hacer las cosas como toca», lamentó.
Sobre las plantillas de docentes, Lomas explicó que la falta de profesionales dispuestos a trasladarse a las Pitiusas «es un fenómeno que está en crecimiento y cada año detectamos más situaciones de este tipo». Desde el STEI recordaron que Conselleria ha intentado ya solventar este problema en relación a determinadas especialidades en Ibiza y Formentera, incentivando la elección de plazas en las Pitiusas, aunque ello no solventará el tema de las sustituciones o las bajas de docentes.
«La problemática habitacional volverá a tener efecto sobre muchas personas que decidirán no venir», insistió.
Infraestructuras
En relación a la falta de infraestructuras, Lomas lamentó que se trata de una «reiteración curso a curso>> que va a seguir pasando mientras no haya unos presupuestos «potentes» que permitan solventar estas carencias y puedan acelerarse los procesos de construcción de las instalaciones necesarias. «Es la consecuencia de la sobresaturación que existe en Baleares, especialmente en Ibiza y Formentera donde se produce un incremento poblacional excesivo, según mi parecer», manifestó.
Desde el sindicato lamentaron que el municipio de Santa Eulària concentra ahora mismo las mayores problemáticas en este sentido, siendo necesarias en la localidad nuevas infraestructuras educativas. Lomas también reclamó una buena adecuación de los colegios e institutos existentes puesto que, salvo en edificios completamente nuevos, las climatizaciones en las aulas dejan mucho que desear, complicándose la labor docente con las altas temperaturas que se están registrando. «En caso contrario, tendremos unos inicios y unos finales de curso agobiantes, y no por el trabajo pero sí por la climatización», concluyó.
Sin consenso
Desde la Asamblea de Docentes de Ibiza, Joan Amorós también expresó su malestar por la «precipitación» a la hora de aprobarse los nuevos currículums educativos y las nuevas normativas a las que todavía deben adaptarse los centros. Amorós lamentó además que ello ha sido aprobado, una vez más, «sin contar con los docentes». Sobre la falta de infraestructuras, criticó que «siguen sin llegar viejas reivindicaciones» porque las escuelas están «saturadas», utilizándose a modo de aula espacios inadecuados en muchas ocasiones, lo que impide también cumplir con las ratios.
El presidente de ANPE Baleares, Víctor Villatoro, reconoció la preocupación existente en su sindicato a la hora de completarse todas las plantillas de docentes en las Pitiusas, consideradas como de «difícil cobertura» debido al alto coste de la vida en las islas y, sobre todo, a la problemática habitacional.
Por ello, Villatoro recordó la importancia de conseguir un plus de insularidad ajustado a la realidad pitiusa. «A la hora de adjudicar plazas, cuesta mucho encontrar profesorado que quiera desplazarse a las islas por el sobrecoste que ello supone», insistió.
En relación a las infraestructuras educativas, Villatoro destacó que en Baleares se registra todos los años un importante incremento poblacional, con hasta 3.000 alumnos más en total, lo que, en algunos casos, obliga a ampliar los centros instalando inadecuadas aulas externas.
«Una de las cosas que más preocupa a los profesores en estos momentos es la publicación de los nuevos currículums. Nos aseguran que existen muchas dificultades para adaptarse en unos meses a estos cambios curriculares y a la nueva ley porque ello supone una remodelación que no puede resolverse con un par de lecciones virtuales o unos vídeos. Hemos reclamado a Conselleria una formación a lo largo del año, y dentro del horario escolar, para que los docentes puedan tener tiempo durante todo un curso para poder adaptarse a una nueva forma de programar», concluyó.