Este jueves regresa al Cine Regio de Sant Antoni una de las citas que los amantes del séptimo arte en Ibiza tienen marcadas en rojo en su calendario. Se trata de una nueva edición del ciclo ZInètic que este año cumple su séptima edición gracias a la colaboración de la familia Torres y el Ayuntamiento de Sant Antoni.
Los impulsores de esta iniciativa son Juanjo Ribas y Josep Sendra, dos amantes del cine independiente y alejado de las grandes distribuidoras, que hace ya tiempo luchan por traer hasta la isla propuestas diferentes como la que abre esta edición este jueves a partir de las 20.30 horas, Pacifiction, una película francesa dirigida por Albert Serra, ambientada en Tahití a partir de los diarios de la actriz Tarita Teriipaia, esposa de Marlon Brando. De todo ello y mucho más hablamos en Periódico de Ibiza y Formentera con Juanjo Ribas.
- Los amantes del cine están de enhorabuena. Vuelve Zinètic, un ciclo que ya se ha convertido en un clásico cuando termina la temporada estival.
- Es cierto. Estamos muy contentos porque poco a poco hemos conseguido consolidar el ciclo como una alternativa cultural en Sant Antoni y en la isla. Y eso que cada vez nos cuesta un poco más.
- ¿Por qué?
- Porque con la pandemia del coronavirus cambiaron mucho los hábitos entre la gente que iba a los cines y ahora cada vez cuesta más convencer al ciudadano para que vaya a las salas a ver películas que no sean las comerciales o grandes producciones.
- Pero en ese sentido, ustedes afortunadamente aportan un soplo de aire fresco, algo diferente.
- Puede ser. Nosotros tenemos claro lo que nos gusta y por eso seguimos apostando por el cine de autor, alejado de los cánones más comerciales. En Zinètic puedes ver esas películas un poco raras o independientes que no encontrarías en otros lugares.
- ¿Se sienten un poco como Don Quijote luchando contra molinos de viento?
- En parte podría decirse que sí porque nos mueve ese espíritu romántico de seguir proyectando películas en un lugar tan privilegiado como el Cine Regio de Sant Antoni y que, además, de otra manera nunca llegarían a verse en la isla de Ibiza. Afortunadamente contamos con el apoyo del propio cine y del ayuntamiento para que todo esto salga funcionando.
- ¿Les está afectando la proliferación de las plataformas digitales?
- Sin duda. Sobrevivir a ellas es muy complicado pero no solo para nosotros sino para cualquier cine. Sin embargo, hay que decir que nosotros contamos con la enorme ventaja de tener en Sant Antoni un cine como los de antes, con pantalla grande y con un sonido increíble, que jamás se podrá igualar en ninguna vivienda, en el ordenador o en tu televisión. Además, existe esa magia de ir al cine entre amigos, familia o pareja que no se puede acabar perdiendo por nada del mundo.
- ¿Cómo nació la idea de crear un ciclo como Zinètic?
- A través de dos amigos a los que le encanta el cine alternativo y diferente, alejado de los cánones actuales y a los que desesperaba que nunca llegara a Ibiza. Entonces, un día pensamos que podría ser una gran oportunidad que se pudieran ver en un cine como el Regio de los que ya casi no queda ninguno en España y afortunadamente en seguida se sumaron a la idea Sergio y Roberto y luego el Ayuntamiento.
- ¿Cómo hacen para seguir programando año tras año sin que suene a repetitivo?
- Pues estamos muy en contacto con la actualidad, con las redes sociales y con algunos festivales como el de Sitges del que somos muy aficionados e intentamos acudir siempre que podemos. Allí intentamos ver las películas que nos pueden encajar aunque cada vez también es más complicado.
- ¿Por?
- Porque hay muchas películas que nacen y mueren dentro del propio festival sin que tengan la posibilidad de poderse estrenar ni siquiera y eso es un problema grave. De hecho nos ha pasado que hemos proyectado películas en Zinètic que luego han tardado años en poderse ver de nuevo.
- ¿Y con los directores y productores?
- También por supuesto estamos en contacto. Pero hay que tener en cuenta que nosotros buscamos un tipo muy particular de película ya que tiene que encajar con la filosofía del festival. Ha de ser un tipo de película transgresora, independiente y valiente.